María y yo
nos miramos asombradas y felices.
-Pero les
sacaré siempre y cuando que cumplan mis condiciones.-
-¿Qué clase
de condiciones padre?- Dijo María con un hilillo de voz.-
-Estarán
libres siempre que no os volváis a ver, y para asegurarme de eso, habrá
guardias en cada puerta del palacio, y si queréis salir a dar un paseo iréis
acompañadas, no quiero correr riesgos, no son buena gente.-
Ahora
SÍ que estamos perdidas, ¿Y ahora qué?
Tengo el corazón encogido de dolor, no puedo soportar esto.
Me levanté
y me fui, estaba a punto de llorar y María me siguió.
Narrado por
María
Salí detrás
de Inés porque las dos estábamos mal. Llegamos a nuestra alcoba.
-Inés.-
-Dime- Me
dijo casi llorando.-
-Tenemos
que ser fuertes, los conseguiremos ver, no pierdas la esperanza- Intentaba no
llorar pero no pude, ahora llorábamos las dos y nos abrazamos.-
-No puedo
María, lo quiero demasiado para que me hagan esto.-
-¿Y si
bajamos a decírselo y a verlos?.-
-Es
peligroso, puede bajar papá en cualquier momento.-
-Me da
igual- Me levanté y cogí las llaves- ¿Vienes?.-
-Sí, voy-
Se levantó y nos fuimos camino a las prisiones.-
Esquivamos
a los guardias con facilidad y llegamos a donde estaban los chicos, abrimos y
me lancé a abrazar a Dani al igual que Inés a Carlos.
-Os va a
liberar mi padre pero cumpliendo su condición que es no volver a vernos, habrá
guardias en cada puerta y saldremos acompañadas- Le dije a Dani abrazándole lo
más fuerte que podía y llorando.-
Dani me
cogió de la barbilla y me levantó la cabeza de manera que nos mirábamos
fijamente, vi sus ojos tristes y con preocupación.
-No te
preocupes, nada nos separará, haré lo imposible por tenerte a mi lado- Se lo
saltó una lágrima y me besó, un beso largo que demostraba todo el amor que
había entre nosotros; fue precioso y quizás el último que nos diésemos.
No podíamos
quedarnos más tiempo por si bajaban, así que nos despedimos y nos fuimos.
Narrado por
Inés
Bajamos y
allí estaban, no podía dejar de llorar así que fui corriendo a abrazar a Carlos
y vio como estaba.
-Tranquila,
respira y dime que te pasa- Me dijo Carlos con voz tranquilizante.-
Levanté la
cabeza que estaba apoyada en su pecho para mirarle, pero nuestros ojos se
encontraron y eso me hizo llorar más aún. Carlos me abrazó más fuerte.
-No puedo
Carlos, no puedo- Dije como pude- Un puedo separarme de ti, no quiero separarme
de ti.-
-¿Y quién
te ha dicho que nos vamos a separar?- Preguntó Carlos confundido.-
-Mi padre,
dice que os sacará siempre que no nos volvamos a ver, que pondrá guardias por
todos lados y salir de palacio tiene que ser acompañadas, es imposible que nos
volvamos a ver.-
-Inés,
aunque tu padre haga todo eso, ¿crees que no voy a intentar estar contigo? Haré
hasta lo imposible por tenerte.-
Esas
palabras me tranquilizaron un poco, llegó el peor momento, la despedida.
Nos
teníamos que ir por si a alguien se le ocurría bajar de un momento a otro, Carlos
y yo nos fundimos en un beso, tal vez el más bonito en todo este tiempo; un
beso largo y profundo, ni él ni yo nos queríamos separar.
-Inés nos
tenemos que ir- Nos interrumpió María.-
Nos
abrazamos y nos fuimos.
{...}
Fueron
pasando los día, las semanas... Cada día era peor que el anterior, le echábamos
mucho de menos; el tiempo fue pasando lentamente hasta que llegó el día
anterior al compromiso de María, ¿podrían ir peor las cosas? No, ¿verdad?
Estaban por
aquí muchos estilistas y diseñadores para realizar los trajes que llevaríamos. Pero
María no levantaba cabeza.
Esa tarde
estábamos en el jardín y se nos acerca una chica que no era Paula.
-Hola, ¿sois
Inés y María?- Nos preguntó.-
-Sí, ¿por?-
Preguntó María aún decaída, como para no estarlo.-
-Soy Jessica,
la hermana de David, ¿lo conocéis no? Sí, bueno, vengo a deciros que me han contado
vuestro problema y me han mandado venir, ya sabéis, David, Dani, Carlos y
Paula; para deciros que ya que tú, María te comprometes mañana con Gonzalo, tu
padre a contratado al grupo de mi hermano para venir, excepto a Carlos y Dani
visto lo visto, y por eso vengo a avisaros que vamos a colar a los chicos para
que podáis verles- Nos dijo Jessica muy animada, ¡qué maja es!.-
A María y a
mi se nos abrieron los ojos como platos.
-¿¡En
serio!?- Dijimos las dos sin creérnoslo.-
-Sí, igual
mi hermano enamorado hace muchas locuras.-
-¿Enamorado?
Jaja ¡qué gracioso! ¿De quién?- Preguntó María.-
-De Paula,
no sé como ha sido, porque antes no se podían ni ver... Pero bueno, el amor es
así. Bueno me tengo que ir, hasta mañana y estáis avisadas así que atentas-
Tras decir eso se fue.-
María y yo
nos abrazamos, no me creo que después de unas semanas sin saber nada de él lo
vaya a ver mañana.
Narrado por
María
Mañana me
caso, me quiero morir, lo bueno es que voy a ver a Dani.
Está todo
lleno de estilistas, decoradores, diseñadores...
-Buenos días
señorita María, acabamos de terminar su traje, le rogamos que vaya a probárselo
al taller- Era la modista, como no.-
-Enseguida
estoy allí- Dije con pocas ganas.-
Puse cara
de pereza, Inés empezó a reírse.
-Jaja, le
rogamos que vaya a probárselo al taller- Repitió Inés con tono burlón.-
-Cállate
que ya te tocará, la hermana tiene que ir bien vestida- Le saqué la lengua.-
-Espero que
si tengo que pasar por lo que estás pasando ahora... Sea con Carlos- Dijo
entristecida.-
-Será con él,
no lo dudes, mi mala suerte no tiene por qué tocarte a ti, mírame, me voy a
casar con un chico al que no quiero y al chico que amo no lo puedo ni ver.-
-Eso no es
seguro hasta mañana, ¿crees que Dani va a permitir que te cases con Gonzalo? No,
y lo sabes- Dijo segura de sí misma.-
Suspiré y
me fui al taller, al llegar había un vestido precioso y según todos era “perfecto”
para mi compromiso, ¡qué ilusión!
Me lo probé
y me quedaba perfecto.
-Muchísimas
gracias, es perfecto, me encanta- Dije emocionada.-
-No hay que
darlas, es un vestido bonito para una chica bonita- Dijeron sonrientes las
modistas.-
Me quité el
vestido y salí corriendo hacia la habitación contentísima.
-¿Qué
pasa?- Preguntó Inés asustada por mi comportamiento.-
-Me encanta
el vestido, es perfecto- Contesté contentísima.-
-Ni que
hubieses visto a Dani- Dijo riéndose.-
-Con eso no
bromees, ya verás como mañana te quedas de piedra al verme.-
Apareció la
modista llamando a Inés, entonces me reí yo, Inés me empujó y me caí a la cama,
se rió y se fue.
Decidí ir a
pensar, necesitaba estar un rato a solas sin nadie que me moleste, así que me
fui al escondite.
Narrado por
Inés
Ya casi es
el día de la boda, fui a probarme el vestido y ¡me encanta! Al volver no estaba
María, ¿dónde se habrá metido?
La busqué
por todos lados y no aparecía.
Buscándola
y buscándola me choqué
No hay comentarios:
Publicar un comentario