lunes, 27 de enero de 2014

Capítulo 2 (ST)

Narrado por Inés
-Tenemos que hablar.-
-Ahora no.-
-Pues escúchame- Asentí, pero la verdad no estaba para hablar ni escuchar a nadie en estos momentos- Visto lo que ha pasado entre nosotros creo que es mejor darnos un tiempo.-
Un tiempo, eso significa que cada uno va por separado hasta aclarar las cosas, lo que me faltaba por oír, como que no tengo suficiente ya, no me quedaba otra que guardar silencio a la espera de que prosiguiera.
-Pero ambos sabemos que yo no voy a ser capaz de darnos un tiempo si cada vez que te veo me muero por besarte- Continuó. Se puso de lado apoyando su cabeza en el brazo mirándome- Inés, no hagamos esto más difícil, te quiero, me quieres, ¿qué mas necesitamos?, este mes sin ti ha sido insufrible, a parte de que he estado soportando a Alba. No quiero que deje de haber un nosotros, no pienses en lo malo, piensa en todo lo que hemos vivido, en todo lo que hemos luchado por conseguir estar juntos, le hemos hecho frente a tu padre, hemos roto  muchas normas, nos hemos fugado tres veces, ¿no te parece todo eso suficiente motivo como para darnos otra oportunidad?, rompimos por mí, por una idea de Alba que salió mal para su desgracia, ¿recuerdas Inés?, nos querremos contra todo y todos, eso se me clavó a fuego en la mente y corazón. ¿Qué te parece si hacemos como si nada hubiese pasado?.-
Le miré a sus ojos cristalizados, a sus hermosos ojos cristalizados. No sé qué decir ahora, lo que ha dicho me ha destruido completamente pero tiene toda la razón, le quiero, me quiere, hemos hecho lo imposible por conseguirlo. En ese instante se me pasaron miles de recuerdos de nosotros.
Todo desde cuando nos conocimos en mi cumpleaños:
“-Hola soy Carlos- Me dijo dándome dos besos- Muchas felicidades guapa- ¿Guapa? Creo que me puse roja.-
-Gra... Gracias, soy Inés- Le dije nerviosa, creo que lo notó y soltó una sonrisita.-“
“Nos quedamos mirándonos a los ojos, los suyos son tan profundos... Me perdía en ellos. Él se me iba acercando poco a poco y yo a él, ¿nos íbamos a besar?”
“-¿De verdad crees que es imposible? ¿Nunca has pensado en intentarlo por si las cosas cambian?- Me soltó de repente, ¿a qué se refería?.-“
“-Lo sé, y no me importa, haré lo imposible por tenerte a mi lado.-“
“Seguía lloviendo y parecía que no iba a parar, Carlos y yo nos miramos, nos cogimos de la mano y fuimos caminando por el bosque sin rumbo ya que ninguno sabía como volver.
Comenzó a hacer frío y nos metimos en una cueva que había cerca, llegamos, nos sentamos y comenzamos a reírnos sin sentido alguno. Tenía frío así que me encogí un poco, Carlos lo notó y me abrazó fuerte, pus mi cabeza sobre su pecho y pude oír los latidos de su corazón, iban muy acelerados; él notó que lo sentía:
-Mi corazón va así de rápido cada vez que estoy contigo- Alcé un poco la cabeza para mirarle pero sin separarme de su pecho y le sonreí.”
Y así muchísimos, sonreía inconsciente al recordar cada detalle de nuestra historia. Me encantaría volver el tiempo atrás, que nada haya pasado, seguir en la isla con mi hermana y Dani.
-Carlos, la verdad yo...- Comencé a decir.-
-No quieres volver- Se adelantó.-
Narrado por María
Dani se instaló en su antigua habitación para así poder entrenar día a día, esto sigue pareciéndome una pésima idea, pero nadie puede contradecir las decisiones de mi padre.
-¿Vendrás mañana a verme en el entrenamiento?- Preguntó Dani acostándose en la cama.-
-Claro- Le sonreí poniéndome a su lado.-
-Te quiero- Dijo cambiando un poco la cara y forzando la sonrisa.-
-Dani, no- Me miró extrañado.-
-No, ¿qué?.-
-Lo has dicho como si te fuera a pasar algo- Iba a contestar pero no le dejé- No Dani, que te vayas no va a ser una despedida definitiva, será como un “hasta pronto”, no quiero que se te pase por la cabeza que no vas a volver, prométemelo- Dani miró a otro lado pensándoselo- Prométemelo Dani.-
-¡Está bien! Te lo prometo.-
-Bien, buenas noches.-
-Aún no es de noche- Rió.-
-He dicho buenas noches- Me giré dándole la espalda.-
-¿Te has enfadado?- No respondí- Venga María- Me dio un beso en el hombro- No te enfades, cielo- Me besó la cabeza- Si sabes que te quiero- Besó mi cuello- Mucho- Por último besó mis labios.-
-Eres un tramposo- Le devolví el beso.-
-Pero me quieres.-
-Poco.-
-Bueno, algo es algo- Me separé bruscamente de él- ¿Qué pasa?.-
-¿Quieres dejar de ser tan adorable? Es imposible enfardarse contigo- Soltó una carcajada.-
-¿Gracias?.-
-Vamos a dormir, tengo sueño.-
-Vamos.-
Nos acomodamos en la cama quedando yo atrapada entre sus brazos y con la cabeza enterrada en su pecho.
-Buenas noches.-

{...}

A la mañana siguiente me desperté sola en la cama, ¿dónde está Dani? Me levanté despacio y salí de la habitación dispuesta a bajar a la planta baja.
Al llegar no había nadie, ¿dónde están todos? ¡Claro!, Dani tenía entrenamiento. Fui corriendo al patio trasero donde se practicaba y allí lo encontré enfrentándose a alguien con la espada. Me quedé observando desde la distancia y la verdad no lo hacía nada mal. Al acabar fui corriendo hacia Dani y lo abracé.
-¡Buenos días!- Dijo Dani levantándome en peso y dándome vueltas- ¿Lo has visto?- Dijo bajándome pero sin soltarme.-
-¡Sí! ¿Por qué no dijiste que eras tan bueno?.-
-No lo sabía. Pero ahora quiero mi premio.-
-Esto es un entrenamiento, no hay premio.-
-¿Quién dice que no?- Me acercó más a él y me besó- Creo que acaban de dármelo.-
-¿Te referías a..? Ya lo entiendo- Sonreí inocente.-
-Al final el menos listo no es Carlos- Bromeó.-
-Eso duele- Dije haciéndome la ofendida.-
-¡Dani!- Lo llamaron- ¡Tienes que continuar!.-
-¡Voy!- Contestó. Me miró- Nos vemos luego.-
-Adiós- Me besó y se fue.-
Me quedé un rato más viéndolo entrenar, pero decidí ir a buscar a Inés y recuperar todo nuestro tiempo perdido.
Entré dentro de palacio y me encaminé a buscarla en nuestra habitación, pero allí solo estaba Carlos durmiendo, ¿Carlos?, ¿qué hace Carlos ahí? ¿¡Habrán arreglado todo!? ¿Y dónde está Inés? Caminé por el pasillo y la ví salir de la habitación de Carlos recién levantada, no entiendo nada.
-Inés- Me acerqué y la abracé.-
-¿Mmm?- No se entera de nada, está medio dormida.-
-¿Qué haces durmiendo en la habitación de Carlos y Carlos en la nuestra?.-
-Ayer me pidió volver y eso- Bostezó.-
-¿Y? Aún así no lo entiendo.-
-Al principio dijo de darnos un tiempo y aclararnos, pero como se vio incapaz de hacerlo pues me pidió volver a estar como antes. Se durmió y me sentía incómoda, así que me fui a su habitación para pensar, pero ¿él no estaba con Alba?.-
-Se supone, pero la pregunta es, ¿la quiere?- Se encogió de hombros- Tonta, no. No la quiere porque te quiere a ti.-
-¿A qué has venido?.-
-A estar contigo.-
-Pues eso, no ha darme sermones.-
-Qué humor tienes por las mañanas- Ironicé.-
-Ya me conoces- Sonrió- ¿Vamos a desayunar?.-
Bajamos a desayunar y al poco tiempo entró Alba, ¿por qué está aquí a esta hora?
-Hola Inés, hola cuñadita- Dijo falsamente.-
-Adiós- Dije yo mirándola con asco.-
-Algunas nunca maduran, en fin. Inés, ¿de qué hablaste ayer con mi novio?- Dijo recalcando mi novio.-
-A ti te lo voy a decir- Dijo sin mirarla.-
-Tengo derecho a saberlo.-
-Y a irte por la puerta también.-
Ahí se acabó la conversación. Solamente hubo alguna que otra mirada por parte de Inés y Alba que se fulminaban mutuamente.
Al poco tiempo bajó Carlos y todas las miradas se posaron sobre él.
-Buenos días, ¿tengo algo en la cara?- Dijo al ver que le mirábamos todas.-
-No amor, estás perfecto, como siempre- Dijo Alba levantándose para darle un beso.-
En el momento del beso Inés bajó la mirada y se fue sin hacer ningún ruido, acto seguido fui tras ella. Se dirigió al escondite, pero ese ya no es un lugar seguro desde que Alba y quién sabe más lo conoce.
-¿Estás bien?.-
-Perfecta, como siempre- Dijo imitando la voz de Alba.-
-Te afecta, ¿lo sabes?- Asintió- Y tienes que hacer algo al respecto- Negó- ¡Vamos Inés!, no vas a estar así siempre, yo te conozco y tú no eres de dejar que Alba te controle y haga contigo lo que quiera.-
-Ya lo hace, qué más da- Se encogió de hombros.-
Me senté a su lado.
-Pero Carlos también tiene parte de culpa- Me miró- Digo, si ayer te pide volver y eso y hoy se está besando con Alba delante tuya sin inmutarse eso es de ser un falso.-
-Eso es porque ayer le dije que se olvidara de todo y que hiciera lo que quisiera sin dejarse influir en la opinión de los demás, ni siquiera la mía, es su vida, que haga lo que quiera.-
-Inés, hermanita mía, que te quiero muchísimo... ¿Estás loca?.-
-No.-
Antes de que pudiera continuar con la conversación oímos unos pasos que se acercaban y la voz chillona de Alba cada vez más cerca. Sabía que este lugar ya no era seguro, todo gracias a Carlos.
Nos escondimos en un hueco que había y aparecieron en cuestión de segundos. Inés estaba sentada en el suelo de espaldas y yo estaba viendo todo procurando que ellos no me vieran.
-Este lugar cada día me gusta más- Dijo Alba.-
-Sí.-
-Carlos, muchas gracias por mostrármelo. ¿Sabes? Este puede ser nuestro lugar de encuentro para pasar un ratito a solas....- Esa iba con segundas- Porque este lugar no lo conoce nadie y no creo que las idiotas de Inés y María vengan aquí sabiendo que sé el lugar.-
Me están entrando unas ganas de ir ahí y cerrarle la boca, pero intento controlarme. Sigo observando la escena y mis ojos se encuentran con los ojos de Carlos, nadie dice nada, solo nos miramos. Bajó la mirada rápidamente y la volvió a subir volviéndose a encontrar con mis ojos, conozco a Carlos perfectamente como para saber que quiere saber si Inés está conmigo. Asentí levemente esperando que entendiera la indirecta.
-Carlos, mi amor, ¡qué miras?.-
-Nada Alba.-
-Bien, ¿qué te apetece hacer ahora?.-
-¿Cuánto tiempo más vas ha seguir con esto Alba?.-
-No sé a que te refieres.-
-A toda esta mentira, sé todo sobre tu plan, ¿piensas seguir yendo más lejos?.-
Inés, que lo escuchaba todo rápidamente se giró y se levantó poniéndose a mi altura para verlo todo.

Narrado por Inés

Estaba escuchando sin ganas toda la conversación entre Alba y Carlos, en cualquier momento me estallaría la cabeza.
-A toda esta mentira, sé todo sobre tu plan, ¿piensas seguir yendo más lejos?.-
Tras escuchar esas palabras de Carlos inmediatamente adopté la misma postura de mi hermana para poder observar todo mejor pero sin que ellos me vieran.
-N...No sé de que estás hablando- Se defendió Alba, pobrecita, en el fondo me daba pena.-
Seguí contemplando interesada por saber que pasaría a continuación, pero antes de que siguieran hablando pasó lo que no tenía que pasar, Carlos me vio, ahora pensará que le sigo y cosas así. Pero me equivocaba, ninguno de los dos apartaba la vista del otro, era todo tan irreal. Alba nos sacó de ese trance.
-Carlos, tienes la mirada perdida, ¿qué hay ahí detrás?.-
-A ti es a quien menos tengo que dar explicaciones, ¿no crees?.-
Yo seguía viendo todo con María a mi lado, mirando a Carlos y Carlos mirándome hasta que Alba se giró y nos vio.
-¡Tú! Con que era por eso por lo que te distraías.-
Se acercó a nosotras y nos sacó empujándonos.
-¿Lleváis ahí todo este tiempo? Mirad que os odio, pero esto ya llega al extremo.-
María y yo nos miramos tratando de aguantarnos la risa, pero eso es una cosa imposible.
-¡Inés! Inés te dijo lo del plan, ¿verdad? No le creas, está celosa y desesperada por volver, ¡no te das cuenta?.-
-¿Yo? Yo no he dicho nada.-
-Carlos tienes que creerme, ya te lo dijo Gonzalo y ahora te lo digo yo. Ella te engañó, te mintió, hasta va a tener un hijo.-
-¿Aún con eso? La única que me miente eres tú, y dime, ¿dónde está el hijo?- Alba me miró la barriga- No me vengas con esas que cuando estas de casi dos meses algo se nota y ella no tiene nada. Y por si no lo sabías, el mismo Gonzalo me lo contó todo. ¿Sabes? Tu plan era brillante, pero si hubieses ayudado a Gonzalo yo ahora no sabría nada y estaría contigo- Me miró- Inés no te ofendas- Volvió a Alba- Quería ver hasta donde eras capaz de llegar, solo eso.-
-¡¡Os odio!!- Nos dijo a María y a mí- A ti te quiero, podemos ser felices, sin mentiras ni nada, te lo prometo- Le dijo a Carlos.-
-No.-
-Esto no quedará aquí, si yo no puedo tener nadie lo hará.-
-Te vuelves pesada con eso, búscate a alguien para hacer tu vida y déjanos en paz- Dijo María saliendo seguida por mí que seguía sin pronunciar palabra.-
Salimos al jardín y detrás nuestra vino Alba echa una furia, al pasar por nuestro lado me agarró del brazo y me dijo al oído:
-Me las pagarás por lo que has hecho.-
-Aquí te espero- Le respondí del mismo modo.-
Se fue a quién sabe donde, lo que importa es que aquí no está.
-Lo siento- Se escuchó detrás nuestra. Al darme la vuelta era Carlos.-
María estaba incómoda al tenernos ahí a los dos, miró a su alrededor y se encontró a Dani caminando así que fue a por él dejándonos a Carlos y a mí solos.
-¿Por qué lo sientes?.-
-Por todo lo que ha pasado desde que nos separamos- Dijo con la cabeza gacha.-
¿Por qué tenía esas ganas tremendas de correr hacia él, besarle, decirle que lo quería, que lo necesitaba a mi lado? ¿Por qué?
-No importa- Me giré y avancé unos pasos.-
-Inés espera- Me alcanzó- Aún no has contestado.-
-No hay nada que contestar.-
-Sí hay, por favor, dime que te quedarás a mi lado.-
-Necesitamos tiempo- No me creo como las palabras me salen solas de la boca, yo no necesito tiempo.-
-¿Más?.-
-Sí.-
Carlos resopló y sin decir nada se encaminó a sentarse en la fuente en la cuál el día que nos conocimos casi nos besamos, sonreí ante el recuerdo. Lo miré por última vez antes de irme, lo contemplé, cada detalle, su postura, estaba sentado en el borde con los codos apoyados en las rodillas tapándose la cara con las palmas de las manos. No puedo verle así sin que el corazón se me parta, ¿por qué le pedí un tiempo? ¿Por qué soy tan tonta que no ve lo que tiene? Esto nos está matando a los dos poco a poco sin que nos demos cuenta, tendría que estar feliz de tener la oportunidad de estar con Carlos ahora que podemos porque no sabemos que va a pasar el día de mañana. Él aún no se ha movido de la posición en la que se encontraba.
Me fui acercando poco a poco a él, me senté a su lado pero no pareció notarlo. Respiré hondo y le pasé la mano por el pelo.
-Lo siento- Dije casi susurrando mientras le acariciaba.-
Se destapó la cara mostrándome lo roja que estaba al igual que sus ojos por las lágrimas, lágrimas que yo le he causado.
-No tienes por qué- Dijo mirando al suelo.-
-Mírame- Le pedí y me hizo caso- Te amo. No necesito darme ningún tiempo para darme cuenta.-
Se le iluminaron los ojos, miró hacia abajo, contempló mi mano posada sobre mi rodilla y puso su mano encima. Las palabras sobran donde as acciones bastan. Volvió a mirarme a los ojos y nos fuimos acercando poco a poco hasta unir nuestros labios tras tanto tiempo. Ese beso fue como el primero, tímido y con sentimiento pero también se notaba anhelo después de estar más de un mes ignorándonos. Es aire se acabó pero eso no impidió que nos separásemos. Su lengua pidió permiso para entrar en mi boca y yo accedí. Cuando nos separamos agaché la mirada, me seguía sintiendo mal por todo lo que ha pasado.
-No te sientas culpable- Odio que la gente me conozca- Mírame.-
me cogió de la barbilla y me subió lentamente la cabeza para mirarle a los ojos.
-Te amo.-
-Y yo.-
Sonrió, ¿hace cuánto que no lo hacía? Imité su gesto sin poder evitarlo. Nos acercamos y nos fundimos en un abrazo.
-Para siempre- Me susurró al oído.-
-Para siempre- Le repetí del mismo modo.-
Cerré los ojos disfrutando el abrazo, los abrí esperando que siguiera sin soltarme y lo conseguí, miré al frente y vi a Alba observándonos. Cuando se percató de que la estaba observando deslizó su mano por su cuello en señal de muerte, pero que me haga lo que quiera, me da igual.
Volví a cerrar los ojos y a hundir mi cabeza en el cuello de Carlos.

Narrado por María

Tras dejar a Inés y Carlos en el jardín me fui con Dani.
-¿Cuántas veces has perdido?- Dije refiriéndome al entrenamiento.-
-¿Yo? ¿Perder? Esa palabra no está en mi vocabulario- Lo miré incrédula- 25 veces de 30 rondas- Solté un a carcajada sonora- ¡No te rías! Es humillante.-
-Ya mejorarás por tu bien.-
-Si no quiero que me mates tú antes de la guerra sí.-
-Bien dicho- Le besé.-
-¿Vamos a dormir?.-
-No tengo sueño- Me puso un puchero- Venga, vamos.-
Sonrió y se puso a saltar como un niño pequeño, mi niño pequeño.
-Vamos- Me besó y me cargó como recién casados para llevarme.-

viernes, 17 de enero de 2014

Capítulo 1 (ST)

Narrado por Inés
El barco indicó que había llegado a su destino. Suspiré haciéndome a la idea que esta sería mi nueva vida, ¿dónde estoy? En Granada. Voy a hacerles una visita a David y Paula, y habrá que ver como avanza mi sobri... Su hijo. Baje del barco y me dirigí a su casa. Llamé y al instante me abrió Paula, ya se le iba notando más la tripita del embarazo.
-¡¡Inés!!- Me abrazó nada más verme.-
-¡¡Paula!!.-
-¡Te he echado mucho de menos!, pero no te quedes ahí, pasa, pasa.-
Entré y tenían una casa muy bonita. Me enseñó cada habitación, incluida la del bebé, lo tenían todo preparado. David estaba trabajando, así que nos sentamos en el sofá a hablar de lo que ha pasado en todo este tiempo. Antes de pronunciar alguna palabra la puerta se abrió y apareció David por ella.
-Hola mi am...-Antes de seguir me vio- ¡¡Inés!!- Se acercó corriendo a abrazarme y darme vueltas en el aire.-
-¡Yo también te he echado de menos!- Me bajó.-
-Íbamos a hablar antes de que llegaras- Dijo Paula haciéndose la molesta.-
-¿Me estás echando de mi casa?- Se acercó y la besó.-
-No, solamente quiero hablar con mi cuñada, que hace tiempo que no nos vemos- La sonrisa instantáneamente se borró de mi cara y ellos lo notaron.-
-Respecto a eso...- Comencé- Tu hermano y yo no seguimos juntos.-
-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?- Nos sentamos los tres en el sofá.-
Les conté todo lo que había pasado, con cada detalle que podía añadir. Sus caras no tenían descripción, no se lo podían creer ninguno.
-¿¡Que tengo a Alba como cuñada!?- Asentí- Pero, tú nunca estuviste embarazada, ¿verdad?.-
-¡No!, todo fue mentira.-
-¿Y Carlos lo sabe?- Me encogí de hombros.-
-Creo que sospecha algo- Suspiré- Pero no lo sé seguro.-
-Durante el tiempo que estés aquí te quedas con nosotros.-
-No, David. Creo que ya sé donde me quedaré.-
-No te he preguntado, es más como una orden o algo así- No pude evitar reírme- Esa es la sonrisa que quiero ver en esa carita.-
-Gracias a los dos, de verdad- Le abracé.-


{...}


Ya ha pasado más de un mes desde que me mudé a Granada con Paula y David. En todo este tiempo no he sabido nada ni de Dani, ni Carlos ni mi hermana, por un lado me inquieta un poco.
-Inés, ¿tienes todo?- Me preguntó David desde su habitación.-
-Sí.-
Nos vamos de aquí temporalmente. Nos volvemos a mi palacio y David y Paula a sus casas, quieren tener allí el hijo y luego se volverán a Granada. No creo que les quede mucho, a lo mejor un mes más o menos, Paula parece que va a echar a rodar.
-Bien, nos vamos.-
Salimos rumbo a nuestro reino.
Narrado por María
Desde que nos llegó la carta de mi padre Dani y yo no nos hemos separado ni un segundo, casi no hemos visto a Carlos y no sabíamos nada de Inés, pero queríamos pasar todo el tiempo posible juntos antes de que se fuera. Mañana. Mañana será el día en el que volvamos para que Dani comience sus prácticas. No quiero que se vaya, si veo la más mínima posibilidad de que se quede a mi lado la usaré.
-¿En qué piensas?- Susurró acariciándome el pelo.-
Estábamos tumbados en nuestra cama, yo tenía la cabeza escondida en su pecho desnudo alimentándome de su aroma. Su mano fue bajando a mi espalda desnuda, no me puedo creer que aún le queden fuerzas, yo estoy agotada. Le miré para responder a su pregunta.
-No quiero que te vayas, Dani. No quiero separarme de ti.-
-Ya lo hemos hablado y no hay marcha atrás, ¿tú crees que yo quiero irme y dejarte aquí durante no sé cuánto tiempo?.-
-No, pero sé lo que pasa en esas guerras, justamente sé lo que pasa en esa. Casi nadie logra sobrevivir, solo tres o cuatro de los cientos que van. Mi tío murió en esa batalla, no quiero perderte a ti también- Me besó la frente.-
-No me va a pasar nada- Me besó la nariz- Tú eres la razón por la que sobreviviré ahí afuera- Me besó un ojo- Además, tu padre te mantendrá informado- Me besó el otro ojo- En menos de lo que esperas me tendrás contigo de nuevo y ten por seguro que no me separaré de ti ni para respirar- Me besó los labios.-
-Te creo- Intentaba reprimir mis lágrimas.-
-Practicaré día y noche si hace falta para ser mejor que todos los demás y regresar contigo.-
-Dani, traerán los cuerpos de los soldados muertos cada dos días, como vea el tuyo en algún carruaje te juro que te mato- A Dani se le escapó una sonrisa.-
-Lo tendré en cuenta.-
-Bien.-
Me besó y se colocó sobre mí, no había nada que nos separe y menos en un momento así. Nos fundimos de nuevo el uno en el otro y nos quedamos dormidos.
Narrado por Carlos
Más de un mes es lo que llevo sin saber de ella. Cada día es peor que el anterior debido a que Alba es cada vez más controladora, casi no puedo salir de casa si no es con ella. Nunca imaginé que echaría así de menos a Inés, no era consciente de lo que esa chica estaba haciendo en mi vida, la ha cambiado y para mejor. En todo este largo tiempo he descubierto que sin ella no soy nada ni nadie.
Mañana volvemos a casa, Dani tiene que comenzar a practicar y a María no le conviene estar sola en estos momentos, yo se lo que se siente cuando la persona que amas se va de tu lado.


{...}


Ya está todo listo para regresar. Dani María y yo estamos en el puerto para coger el barco, y como no, Alba se viene con nosotros. A Gonzalo le perdimos la pista y hace tiempo que nadie le ha visto y no se si alegrarme o preocuparme, pero bueno.


{...}


Ya estamos de vuelta en palacio. No puedo dejar de pensar en la reacción del padre de Inés cuando se entere de que ya no estamos juntos y estoy con Alba, aunque Alba y yo estar lo que es estar saliendo por mi parte no, ella ya se hace sus ilusiones.
Me pregunto dónde estará, si estará bien, feliz, si habrá encontrado a otro... Esa idea mejor la aparto de mi mente, no soportaría verla junto a otra persona que no sea yo, aunque no soy el más idóneo para hablar.
Entramos al salón principal y el rey, nos recibió con una sonrisa en la cara.
-Hija, te he echado mucho de menos, ¿estáis bien?- María asintió- ¡Dani!, ven aquí y abrázame- Dani sonrió nervioso y le abrazó.-
Alba y yo nos quedamos detrás observando la escena, yo estaba que no podía con los nervios que habitaban mi cuerpo, y se elevaron cuando el rey me miró.
-¡Carlos! ¡Qué sorpresa!, no me esperaba verte por aquí, no me tomes a mal- Le sonreí y le abracé- Hola Alba. Carlos, ¿dónde está Inés?.-
Justo tenía que preguntar, ¿le digo la verdad? ¿Le digo que la perdí por haber sido un estúpido? Tengo la cabeza que me daba mil vueltas.
-Carlos, ¿estás bien?.-
Iba a responderle, pero alguien habló.
-¡Hola!.-
Esa voz a mis espaldas, es inconfundible, tenía a Inés detrás de mí, la vería después de tanto tiempo. Me dí la vuelta poco a poco y ahí estaba, había cambiado un poco, sé que no ha pasado tanto tiempo pero se me han hecho como años sin verla. Venía con una sonrisa en la cara, me encanta, espero que no la borre más. Me miró un momento a los ojos y yo a ella, el tiempo se detuvo unos instantes, solo éramos ella y yo. Volvió la vista a su padre y fue a abrazarlo. También estaban David y Paula que vinieron a saludarme.
-Me alegra de que estéis aquí- Se dirigió a Dani- Dani, mañana comenzarás tus entrenamientos.-
-¿Qué? ¿Entrenamientos para qué?- Dijo Inés confundida.-
-¿No te lo ha dicho tu hermana?- Inés negó- Vamos a invadir el Sur de Portugal y hemos alistado a Dani para que vaya a enfrentarse.-
-¿¡Qué!? ¿¡Quieres que Dani muera!? Te recuerdo que casi nadie, por no decir nadie sobrevive, ¿ese es el futuro que quieres para Dani?- No dejó tiempo para que nadie responda- Déjalo, lo que no sé es por qué no lo hiciste antes.-
Dicho esto se marchó dejando a todos con la boca abierta.
-Ve con ella Carlos, le vendrá bien- Me dijo su padre, pero Alba que tenía su mano cogida a la mía la apretó para que no me fuera.-
-Voy- Me solté de su agarre y fui en la misma dirección que Inés.-
Narrado por Inés
Nos sé por qué he reaccionado de esa manera, creo que es porque al perder a Carlos no me gustaría perder a Dani, y menos de esa forma. Cada vez me siento más sola, que todos a los que un día quise y que quiero están fuera de mi alcance.
Quiero despejar mi mente, no sufrir más, voy a ver si durmiendo se me pasa un poco todo. Me tumbé en la cama y alguien abrió la puerta de golpe.
-¿No sabes llamar?- Dije sin mirarle.-
-No- Me volteé y era Carlos, ¿ahora le importo?.-
-¿Qué quieres?- No dijo nada y se tumbó boca arriba imitando mi posición- ¿Qué haces?.-

-Tenemos que hablar.-
------------------------------------------------
Aquí comienza la Segunda Temporada :3 espero que os guste, besaaaaaaaaaazooooooos 

sábado, 11 de enero de 2014

Capítulo 30 (Fin de temporada)

Narrado por Inés
Caminando sentí algo, mejor dicho alguien en mi camino.
-Perdón, iba despistada- Dije sin mirarle. Levanté la vista para saber con quién había tropezado.-
-¡Inés!- Saltó Carlos encima de mi abrazándome, me quedé quieta un instante, aspirando su dulce aroma. Cuando conseguí entrar en razón me separé de él y me miró confundido.-
-¿Qué quieres?.-
-No te vayas- Cerré los ojos intentando contener mis lágrimas que estaban por salir, respiré hondo y le miré- Por favor.-
-No puedo, yo...- Me interrumpió.-
-Sí puedes Inés, no me dejes.-
-Tú estás con Alba, técnicamente me has dejado tú a mí- Las lágrimas salieron poco a poco de mis ojos, y Carlos trataba de retenerlas, me lo veía.-
-¿Y eso indica que sea feliz?- Me quedé callada- Me hacías feliz tú, Inés; me haces feliz. Aunque me haya enfadado contigo por el embarazo con Gonzalo, que ahora empiezo a dudarlo, no quiere decir que haya dejado de quererte.-
-Lo siento pero ya es demasiado tarde.-
-No, por favor- Apareció Alba por detrás.-
-Hola cielo- Ni me miró.-
-Adiós Carlos.-
Pasé sin ni siquiera mirarlos, no podía. Con lágrimas saliendo de mis ojos me metí en el barco, aún no sé donde voy a ir, pero me basta con estar lejos de este lugar. Lo que en un principio sería “el lugar perfecto” ya que estaríamos los cuatro, Dani, María, Carlos y yo, ha acabado siendo un desastre. Miré por última vez la pequeña isla, creo que este es el adiós definitivo.
Narrado por María
Dani y yo llegamos a casa haciendo una carrera.
-Te gané- Dije sin aliento.-
-Ya quisieras ser más rápida que yo.-
-Soy más rápida que tú, bueno, solo ahora mismo.-
-Debes saber que yo nunca pierdo.-
-Siempre hay una primera vez- Entré por la puerta.-
-Puede, pero hoy no será- Dijo acercándose a mí amenazante.-
-¿Qué vas a hacer?- No respondió- Dani, ni se te ocurra.-
Salí corriendo por el salón y él venía por detrás casi alcanzándome, por suerte la sala era grande. Corrimos alrededor del sofá, me paré en seco frente a éste al no ver a Dani.
-¿Dani?.-
Nadie respondía, el silencio abarcaba toda la casa. Al instante sentí unas manos que me empujaban tumbándome en el sofá.
-¡Aaaah!- Grité al acto.-
Me encontré a Dani sobre mí riéndose.
-¿Te parecerá gracioso?.-
-¿Tras ver cómo has puesto la cara? Mucho.-
Con esfuerzo saqué una mano de debajo de su cuerpo y le golpeé el brazo.
-No me vas a tirar por más que lo intentes.-
-¡Quítate!- Dije con voz de niña pequeña.-
-Dije que yo siempre gano.-
-Pero has perdido, tu novia te ha ganado. Supéralo.-
Dani me besó antes de darme cuenta, nuestras lenguas bailaban al mismo ritmo y éste iba aumentando por momentos. Se separó con una sonrisa en la cara.
-Ya está, he ganado- Le sonreí negando con la cabeza, Dani es muy adorable y cariñoso cuando se lo propone- Y ahora quiero mi premio.-
-¿Tú no pides mucho?.-
-No, solamente quiero esto.-
Se acercó otra vez para besarme, pero su boca se quedó a unos milímetros de la mía donde casi no podía pasar ni un poco de aire. Movía sus labios sobre los míos rozándolos pero sin llegar a besarlos, este me quiere provocar, lo sé yo. Me estoy volviendo loca y eso le divierte.
-¡Quieres besarme de una vez!- Estallé de los nervios y él soltó una carcajada.-
-No tengo intención de besarte.-
-Pues que pena- Le cogí de la cara, lo acerqué a mí y le besé.-
Estuvimos sin separarnos unos minutos, nos faltaba el aire pero en ese momento no importaba, estaba yo que me separaba de esta cosa tan adorable.
-Te quiero- Dijo entre besos.-
Sé que lo he oído más veces, pero cada vez que esas dos palabras salían de su boca un escalofría recorría mi cuerpo llenándolo de alegría.-
-Yo más.-
Narrado por Carlos
Se ha ido, Inés se ha ido. ¿Para siempre? No lo sé, espero que no, no aguanto más sin ella. Echo de menos las mañanas en las que me despertaba temprano y me quedaba observándola dormir hasta que abría sus ojos; también su sonrisa y esos hoyuelos que se le forman al reír, las conversaciones “cursis” en las que luego nos reíamos de nosotros mismos... Tantas cosas que me gustaría seguir haciendo a su lado, con ella.
Alba iba a mi lado cogiéndome de la mano, me gustaría negarme pero no me viene mal ya que voy tan perdido en la mente que me podría caer o algo y casi no sé ni por dónde voy.
-Mi amor, ¿estás bien?.-
-S...Sí, no te preocupes.-
-¿Quieres volver con ella, no?- Mi cara se iluminó, puede que por una vez Alba sea una persona comprensiva y acepte que estoy enamorado de Inés, no de ella.-
-Sí, para qué negarlo, la amo.-
-Lo comprendo- La miré con la esperanza floreciendo en mi interior- Pero no lo vas a hacer, ahora me perteneces a mí, ella se fue, olvídala. Tarde o temprano te enamorarás de mí e Inés será un recuerdo de tu pasado.-
Todo lo que en un segundo ha florecido en mi cuerpo, en un segundo se había esfumado, tengo que aceptar que hay personas que no cambian y Alba es una de ellas.
Lo que ella quería era separarme de Inés y “conquistarme”, puede que haya logrado que Inés se vaya de mi lado, pero hará falta un milagro para que la olvide.
Narrado por Dani
Estaba durmiendo junto a María, abrí mis ojos y la ví durmiendo plácidamente, me puse de lado para contemplarla mejor, se veía preciosa, perfecta. No me puedo creer que toda ella, cada pequeña parte de su cuerpo sea mío, solo mío y de nadie más, pero tampoco es que vaya a compartir a María con nadie.
Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me levanté lentamente de la cama para no despertar a María y me dirigí hacia la entrada. Abrí la puerta.
-Hola- Dije extrañado.-
-¿Vive aquí María de Castilla?- Ahora sí que estoy confuso.-
-Sí, ¿por qué?.-
-Tenemos esta carta de su padre para ella, ¿puedes hacérsela entregar? Es urgente.-
-Claro- Dije tomando el extraño sobre.-
-Gracias, y buenas tardes- Se marcharon.-
Cerré la puerta. Me quedé unos instantes observando aquel sobre pensando en que pudiera contener dentro. ¿Por qué era urgente? No puedo esperar más y fui a desperar a María.
-María, cariño despierta.-
-¿Hmmm?- Se movió un poco.-
-Tu padre te ha mandado una carta, dicen que es urgente- Suspiró fuertemente y abrió los ojos.-
-Voy.-
Narrado por María
Me levanté lentamente aún con el sueño en el cuerpo. Dani y yo nos dirigimos al salón. Me entregó el sobre y me dispuse a abrirlo. Comencé a leer en mi mente:
“Hola María:
¿Cómo te va todo con Dani? Conociéndoos seguro que bien y espero que así sea. No me arrepiento de haberos dejado ir con los chicos porque sé que sois felices y ese es uno de los motivos por los que soy feliz desde que vuestra madre murió.
Bueno, te preguntarás por qué te envío esta carta, verás, hemos llegado a un acuerdo y hemos decidido que vamos a ir a conquistar la parte Sur de Portugal, nuestro ejército sabe como actuar y saldrán en dos meses. Te digo esto porque necesitaremos la máxima ayuda posible ya que nadie ha conseguido derrotar a Portugal jamás, pero nosotros vamos a intentarlo. Sé que estarás leyendo esto junto a Dani, así que quiero que esto lo sepa él también. Necesitamos más soldados que sepan luchar en el campo de batalla para tener más oportunidades de vencer, he estado buscando y reclutando gente, y varias personas han coincidido en que Dani es uno de los mejores luchadores que hay, y seguro que con un poco de práctica será casi invencible. A lo que quiero llegar es a que lo he alistado para que vaya a la guerra contra los portugueses, lamentablemente esto no es una petición para que él me responda si acepta o no, es como una orden y ya no hay vuelta atrás, lo siento.
Os dejo tiempo para estar juntos porque sé lo que significa que vosotros, pero en un mes quiero a Dani de regreso para que pueda practicar.
También pensé en que Carlos vaya, pero Dani se maneja mejor en la lucha, si le necesitamos lo avisaremos, pero de momento solamente Dani.
Espero que estéis bien hasta que os vea.
Te quiero María, dile a Inés que también.
Dani y Carlos, cuidádmelas, se que no me defraudaréis.
Nos vemos en un mes.”
Esto tiene que ser una broma. Conforme iba leyendo la carta las lágrimas se escapaban de mis ojos. Dani aún no ha leído la carta.
-Pequeña, no llores, ven aquí- Me abrazó y yo me aferré a él con más fuerza. Si solo me quedaba un mes con él y no quería desaprovechar ni un segundo. Tego miedo de perderle, mi tío murió en una guerra que se hizo como esa y no quiero que a Dani le pase nada- ¿Qué pasa?.-
Sin decir nada le extendí la carta para que la lea. Iba a separarse para leerla pero lo atraje a mí con más fuerza y entendió que no quería que se separase. Comenzó a leer la carta rodeándome con su brazo.

-¡No puede ser!.-
--------------------------------------------------------------------------------
Estoy empezando ya la segunda temporada, comentad y decidme que os parece la primera y alguna sugerencia o algo jiji 
os quierooooooooooooooooL

miércoles, 1 de enero de 2014

Capítulo 29

Narrado por Carlos
La cabeza me da mil vueltas, no puedo sacarme a Inés de la cabeza ni la conversación que acabamos de tener, estoy muy confundido, una parte de mi la cree, pero la otra dice todo lo contrario, no sé que hacer. He quedado con Alba a ver si de este modo consigo distraer mis pensamientos.
-Hola amor- Llegó Alba y me besó. Sus besos eran rudos y posesivos, al contrario que los de Inés que eran con cariño, llenos de amor. Intenté alejar esos pensamientos de mi mente al instante.-
-Hola- Sonreí como pude.-
-Te he echado de menos- Yo sí que te echo de menos, a Inés.-
-Pero si nos vimos ayer.-
-Eso es una eternidad- Como dramatiza.-
-Bueno, vamos.-
Me cogió la mano y fuimos caminando por la plaza central, mi cabeza iba en otra parte, espero que Alba no lo note.
-¿Tú que piensas?- Me dijo Alba, ¿de qué habla?.-
-¿Qué?.-
-¿No has escuchado nada de lo que te he dicho?- Negué- Te he dicho que creo que vendría bien quedar todo, tú, María, Dani y si quiere venir Inés que venga, aunque lo dudo.-
-No... No creo que sea buena idea- Me excusé, ¿estar todos ahí? ¿Con Inés? No, gracias.-
-¿Por qué?.-
-Porque...- Me interrumpieron.-
-Tú.-
Me giré y ví a Gonzalo, genial, nótese la ironía. Se acercó a nosotros rápidamente, creí que me querría decir algo, pero se dirigió hacia Alba. Eso sí que no me lo esperaba.
-¿Qué pasa Gonzalo?.-
-Pasa que paso de tus juegos, que conmigo no cuentes con tu absurdo plan y si quieres a algún ayudante búscate a otro, pero conmigo ni lo sueñes. Voy a decir toda la verdad, que ya va siendo hora- ¿Qué quería decir con juegos? ¿Y con la verdad?.-
-Gonzalo, n... No sé de que me hablas- Parece nerviosa.-
-Sabes perfectamente de lo que te hablo, pero como veo que tu “novio” parece perdido se lo voy a aclarar todo- Se dirigió a mí- Carlos, yo siento mucho lo que te he hecho, todo lo que ha pasado ha sido un plan de Alba para recuperarte, desde lo de hacerme amigo de Inés y María hasta lo del embarazo, todo es mentira. Espero que pese a tu enfado me creas y vayas en busca de Inés porque sé que ella te quiere y tú aún le quieres a ella. Inés no quiere ni verme, piensa que soy un traidor y en parte tiene razón. De verdad, siento todo lo que ha ocurrido- Toda esa información fue como una bomba, aún no había terminado de procesarla, ¿le creo? Porque para ser sinceros, cuándo Gonzalo ha hecho algo por nosotros.-
-No te creo, así que ya te puedes ir por donde viniste y ahorrarte tus historias.-
-Vale, yo te he dicho la verdad, no te voy a obligar a que me creas, pero cuando la pierdas definitivamente no me vengas llorando- Dicho esto se fue. No sé que pensar tras esto. Miro a Alba y parece un poco asustada.-
-Tranquila, no sé de donde ha sacado eso, pero no me va ha hacer cambiar de opinión- Me abrazó con fuerza, estaba ¿llorando?- Pero no llores.-
-Es que no entiendo por qué ha hecho esto.-
-Venga, te llevo a tu casa.-
La llevé a su casa y durante el camino ninguno pronunció ni una palabra, más bien había un silencio incómodo. Llegamos a su casa, le dí un beso y me fui.
Decidí ir hacia casa y descansar, todo lo que ha pasado ha sido un poco fuerte.
-¡Carlos!- Escuché que me llamaban, me dí la vuelta y v era María.-
-Dime.-
-Ni dime ni nada, ¿tú sabes lo que has hecho? Carlos esto ya se está pasando de la raya, Gonzalo me lo ha contado todo, también que te lo ha dicho y que tú no le creíste, ¿eres tonto? ¿Te crees que Inés te haría algo así? Al principio no podía creerlo, es más, no quería creerlo, y cuando Gonzalo me contó la verdad todo encajaba perfectamente, pero tú estás tan ciego con la rubia esa que no te das cuenta de que ella es la culpable de todo- Estaba muy enfadada, pero no sé que hacer, a lo mejor Gonzalo tiene razón y cuando me dé cuenta de la verdad la habré perdido, pero ¿y si me arriesgo y después todo es cierto? Habré perdido a Alba, no la quiero tanto como a Inés pero...- Pero creo que cuando te des cuenta de todo será demasiado tarde, además, ya es demasiado tarde. Para tu información Inés se ha ido por tu culpa, no me ha dicho ni a dónde se va, pero dice que todo es por ti.-
¿Se ha ido? Inés se ha ido por tu culpa, esas palabras retumbaron en mi cabeza. No puedo permitirlo, tengo que impedir que se vaya. Tengo que dejar a un lado mi orgullo, sé que es verdad lo que me ha dicho Gonzalo, no sé como, pero algo me dice que es verdad y tengo que acabar con esto cuanto antes. Salí corriendo con si quiera despedirme de María, ¿a dónde voy? ¿Dónde la busco? No lo sé. Pero no voy a parar hasta encontrarla. Llegué al puerto en menos tiempo del que esperaba, como siempre estaba todo lleno de gente despidiéndose, llegando o descargando barcos. Ahora mismo no me vendría mal un poco de suerte.
Fui esquivando a la gente lo más rápido que pude. A lo lejos divisé a una chica de espaldas, era ella, Inés. Mi corazón comenzó a latir con más y más fuerza, por un momento creí que se me saldría del pecho. Caminé más rápido hasta alcanzarla.
-Inés, por favor no te vayas. Te quiero- Dije recuperando el aliento y girándola para mirarle a la cara, pero no era ella, me había equivocado- Perdón.-
Me alejé de ahí lo más rápido que pude, por favor que no se haya ido aún. Seguí caminando entre la cantidad de gente que había. Revisé cada persona una y otra vez, y ninguna era ella. Ya había perdido la esperanza, se ha ido, la había perdido y tal vez sea para siempre.
Narra Dani
Me desperté esperando que lo primero que viera fuera a María, pero no estaba, revisé la casa y no había nadie, estaba solo. Me peiné un poco y decidí salir a buscar a María o a Inés, a quien vea antes.
Abrí la puerta y la luz del sol me cegó, esperé un poco a acostumbrarme a la luz y luego salí. Caminé por las calles llenas de gente caminando de un lado a otro. A lo lejos divisé a María, sonreí para mis adentros y me acerqué a ella.
-Me has dejado solo- Le dije al oído haciendo que se sobresaltara.-
-¿Perdón?- Dijo divertida.-
-No me sirve, disculpa insuficiente.-
-Pues ahí te quedas- Se separó y se dio la vuelta para irse.-
-¿A dónde te crees que vas?.-
-A algún lugar.-
-Pues vale, que te diviertas.-
Se marchó. Esto no quedará así, esperé a que se aleje un poco para comenzar a seguirle. Llevábamos caminando un buen rato y llegamos al bosque.
-¿Aún no te cansas de seguirme?- Me ha pillado.-
-¿Yo? ¿Seguirte? Ya quisieras- Rió y se acercó.-
-Ya claro, ¿y qué hacías?.-
-¿Pasear?.-
-¿Afirmas o preguntas?.-
-Afirmo.-
-No suenas convencido.-
-Me pones nervioso- Soltó una carcajada- No te rías, es verdad, mira- Le tomé la mano y se la puse en mi pecho haciendo que sintiera los latidos de mi corazón.-
-Como siga así de rápido te va a dar algo.-
-No dejarías que me pase nada.-
-¿Cómo estás tan seguro?.-
-Me amas.-
-Creo que te equivocas.-
-Para nada, y lo sabes.-
Me besó, me pilló por sorpresa pero lo seguí. Sus labios eran adictivos, podría estar pegado a ellos todo el día.
-Mentirosa, ves como sí me amas.-
-Cállate- Volvió a besarme.-
Se separó bruscamente, no entendía por qué.
-¿Qué pasa?.-
-Se me ha olvidado decirte por qué me fui.-
-Habla- Le dí un beso corto, luego otro un poco más largo, luego otro, y así.-
-No puedo si no paras de besarme- Dijo con dificultad.-
-No quiero parar.-
-Pues no lo hagas- Siguió besándome.-
-Pero quiero saberlo.-
-Quién algo quiere, algo le cuesta, ¿no?- Paré.-
-Dí.-
-Inés se ha ido.-
-¿Qué? ¿Por qué? ¿A dónde?.-
-Lo que oyes. Se ha ido por Carlos. Y no sé a dónde.-
-¿Volverá?- Se encogió de hombros- Tranquila- La abracé, iba a soltarla pero me lo impidió.-
-No te separes aún- Sonreí y me quedé quieto.-
-Vamos a casa- Susurré.-
Le pasé el brazo por el hombro y nos fuimos hacia casa.
Narrado por Inés
Me voy. No sé aún a dónde, pero me voy. Caminaba despistada por la costa pensando en la última conversación con Carlos, en las ganas que tenía de que ahora mismo me abrazara, que me dijera que me quiere... Pero eso es imposible, está con Alba y es lo que más me duele. Caminando sentí algo, mejor dicho alguien en mi camino.

-Perdón, iba despistada- Dije sin mirarle. Levanté la vista para saber con quién había tropezado.-