lunes, 27 de enero de 2014

Capítulo 2 (ST)

Narrado por Inés
-Tenemos que hablar.-
-Ahora no.-
-Pues escúchame- Asentí, pero la verdad no estaba para hablar ni escuchar a nadie en estos momentos- Visto lo que ha pasado entre nosotros creo que es mejor darnos un tiempo.-
Un tiempo, eso significa que cada uno va por separado hasta aclarar las cosas, lo que me faltaba por oír, como que no tengo suficiente ya, no me quedaba otra que guardar silencio a la espera de que prosiguiera.
-Pero ambos sabemos que yo no voy a ser capaz de darnos un tiempo si cada vez que te veo me muero por besarte- Continuó. Se puso de lado apoyando su cabeza en el brazo mirándome- Inés, no hagamos esto más difícil, te quiero, me quieres, ¿qué mas necesitamos?, este mes sin ti ha sido insufrible, a parte de que he estado soportando a Alba. No quiero que deje de haber un nosotros, no pienses en lo malo, piensa en todo lo que hemos vivido, en todo lo que hemos luchado por conseguir estar juntos, le hemos hecho frente a tu padre, hemos roto  muchas normas, nos hemos fugado tres veces, ¿no te parece todo eso suficiente motivo como para darnos otra oportunidad?, rompimos por mí, por una idea de Alba que salió mal para su desgracia, ¿recuerdas Inés?, nos querremos contra todo y todos, eso se me clavó a fuego en la mente y corazón. ¿Qué te parece si hacemos como si nada hubiese pasado?.-
Le miré a sus ojos cristalizados, a sus hermosos ojos cristalizados. No sé qué decir ahora, lo que ha dicho me ha destruido completamente pero tiene toda la razón, le quiero, me quiere, hemos hecho lo imposible por conseguirlo. En ese instante se me pasaron miles de recuerdos de nosotros.
Todo desde cuando nos conocimos en mi cumpleaños:
“-Hola soy Carlos- Me dijo dándome dos besos- Muchas felicidades guapa- ¿Guapa? Creo que me puse roja.-
-Gra... Gracias, soy Inés- Le dije nerviosa, creo que lo notó y soltó una sonrisita.-“
“Nos quedamos mirándonos a los ojos, los suyos son tan profundos... Me perdía en ellos. Él se me iba acercando poco a poco y yo a él, ¿nos íbamos a besar?”
“-¿De verdad crees que es imposible? ¿Nunca has pensado en intentarlo por si las cosas cambian?- Me soltó de repente, ¿a qué se refería?.-“
“-Lo sé, y no me importa, haré lo imposible por tenerte a mi lado.-“
“Seguía lloviendo y parecía que no iba a parar, Carlos y yo nos miramos, nos cogimos de la mano y fuimos caminando por el bosque sin rumbo ya que ninguno sabía como volver.
Comenzó a hacer frío y nos metimos en una cueva que había cerca, llegamos, nos sentamos y comenzamos a reírnos sin sentido alguno. Tenía frío así que me encogí un poco, Carlos lo notó y me abrazó fuerte, pus mi cabeza sobre su pecho y pude oír los latidos de su corazón, iban muy acelerados; él notó que lo sentía:
-Mi corazón va así de rápido cada vez que estoy contigo- Alcé un poco la cabeza para mirarle pero sin separarme de su pecho y le sonreí.”
Y así muchísimos, sonreía inconsciente al recordar cada detalle de nuestra historia. Me encantaría volver el tiempo atrás, que nada haya pasado, seguir en la isla con mi hermana y Dani.
-Carlos, la verdad yo...- Comencé a decir.-
-No quieres volver- Se adelantó.-
Narrado por María
Dani se instaló en su antigua habitación para así poder entrenar día a día, esto sigue pareciéndome una pésima idea, pero nadie puede contradecir las decisiones de mi padre.
-¿Vendrás mañana a verme en el entrenamiento?- Preguntó Dani acostándose en la cama.-
-Claro- Le sonreí poniéndome a su lado.-
-Te quiero- Dijo cambiando un poco la cara y forzando la sonrisa.-
-Dani, no- Me miró extrañado.-
-No, ¿qué?.-
-Lo has dicho como si te fuera a pasar algo- Iba a contestar pero no le dejé- No Dani, que te vayas no va a ser una despedida definitiva, será como un “hasta pronto”, no quiero que se te pase por la cabeza que no vas a volver, prométemelo- Dani miró a otro lado pensándoselo- Prométemelo Dani.-
-¡Está bien! Te lo prometo.-
-Bien, buenas noches.-
-Aún no es de noche- Rió.-
-He dicho buenas noches- Me giré dándole la espalda.-
-¿Te has enfadado?- No respondí- Venga María- Me dio un beso en el hombro- No te enfades, cielo- Me besó la cabeza- Si sabes que te quiero- Besó mi cuello- Mucho- Por último besó mis labios.-
-Eres un tramposo- Le devolví el beso.-
-Pero me quieres.-
-Poco.-
-Bueno, algo es algo- Me separé bruscamente de él- ¿Qué pasa?.-
-¿Quieres dejar de ser tan adorable? Es imposible enfardarse contigo- Soltó una carcajada.-
-¿Gracias?.-
-Vamos a dormir, tengo sueño.-
-Vamos.-
Nos acomodamos en la cama quedando yo atrapada entre sus brazos y con la cabeza enterrada en su pecho.
-Buenas noches.-

{...}

A la mañana siguiente me desperté sola en la cama, ¿dónde está Dani? Me levanté despacio y salí de la habitación dispuesta a bajar a la planta baja.
Al llegar no había nadie, ¿dónde están todos? ¡Claro!, Dani tenía entrenamiento. Fui corriendo al patio trasero donde se practicaba y allí lo encontré enfrentándose a alguien con la espada. Me quedé observando desde la distancia y la verdad no lo hacía nada mal. Al acabar fui corriendo hacia Dani y lo abracé.
-¡Buenos días!- Dijo Dani levantándome en peso y dándome vueltas- ¿Lo has visto?- Dijo bajándome pero sin soltarme.-
-¡Sí! ¿Por qué no dijiste que eras tan bueno?.-
-No lo sabía. Pero ahora quiero mi premio.-
-Esto es un entrenamiento, no hay premio.-
-¿Quién dice que no?- Me acercó más a él y me besó- Creo que acaban de dármelo.-
-¿Te referías a..? Ya lo entiendo- Sonreí inocente.-
-Al final el menos listo no es Carlos- Bromeó.-
-Eso duele- Dije haciéndome la ofendida.-
-¡Dani!- Lo llamaron- ¡Tienes que continuar!.-
-¡Voy!- Contestó. Me miró- Nos vemos luego.-
-Adiós- Me besó y se fue.-
Me quedé un rato más viéndolo entrenar, pero decidí ir a buscar a Inés y recuperar todo nuestro tiempo perdido.
Entré dentro de palacio y me encaminé a buscarla en nuestra habitación, pero allí solo estaba Carlos durmiendo, ¿Carlos?, ¿qué hace Carlos ahí? ¿¡Habrán arreglado todo!? ¿Y dónde está Inés? Caminé por el pasillo y la ví salir de la habitación de Carlos recién levantada, no entiendo nada.
-Inés- Me acerqué y la abracé.-
-¿Mmm?- No se entera de nada, está medio dormida.-
-¿Qué haces durmiendo en la habitación de Carlos y Carlos en la nuestra?.-
-Ayer me pidió volver y eso- Bostezó.-
-¿Y? Aún así no lo entiendo.-
-Al principio dijo de darnos un tiempo y aclararnos, pero como se vio incapaz de hacerlo pues me pidió volver a estar como antes. Se durmió y me sentía incómoda, así que me fui a su habitación para pensar, pero ¿él no estaba con Alba?.-
-Se supone, pero la pregunta es, ¿la quiere?- Se encogió de hombros- Tonta, no. No la quiere porque te quiere a ti.-
-¿A qué has venido?.-
-A estar contigo.-
-Pues eso, no ha darme sermones.-
-Qué humor tienes por las mañanas- Ironicé.-
-Ya me conoces- Sonrió- ¿Vamos a desayunar?.-
Bajamos a desayunar y al poco tiempo entró Alba, ¿por qué está aquí a esta hora?
-Hola Inés, hola cuñadita- Dijo falsamente.-
-Adiós- Dije yo mirándola con asco.-
-Algunas nunca maduran, en fin. Inés, ¿de qué hablaste ayer con mi novio?- Dijo recalcando mi novio.-
-A ti te lo voy a decir- Dijo sin mirarla.-
-Tengo derecho a saberlo.-
-Y a irte por la puerta también.-
Ahí se acabó la conversación. Solamente hubo alguna que otra mirada por parte de Inés y Alba que se fulminaban mutuamente.
Al poco tiempo bajó Carlos y todas las miradas se posaron sobre él.
-Buenos días, ¿tengo algo en la cara?- Dijo al ver que le mirábamos todas.-
-No amor, estás perfecto, como siempre- Dijo Alba levantándose para darle un beso.-
En el momento del beso Inés bajó la mirada y se fue sin hacer ningún ruido, acto seguido fui tras ella. Se dirigió al escondite, pero ese ya no es un lugar seguro desde que Alba y quién sabe más lo conoce.
-¿Estás bien?.-
-Perfecta, como siempre- Dijo imitando la voz de Alba.-
-Te afecta, ¿lo sabes?- Asintió- Y tienes que hacer algo al respecto- Negó- ¡Vamos Inés!, no vas a estar así siempre, yo te conozco y tú no eres de dejar que Alba te controle y haga contigo lo que quiera.-
-Ya lo hace, qué más da- Se encogió de hombros.-
Me senté a su lado.
-Pero Carlos también tiene parte de culpa- Me miró- Digo, si ayer te pide volver y eso y hoy se está besando con Alba delante tuya sin inmutarse eso es de ser un falso.-
-Eso es porque ayer le dije que se olvidara de todo y que hiciera lo que quisiera sin dejarse influir en la opinión de los demás, ni siquiera la mía, es su vida, que haga lo que quiera.-
-Inés, hermanita mía, que te quiero muchísimo... ¿Estás loca?.-
-No.-
Antes de que pudiera continuar con la conversación oímos unos pasos que se acercaban y la voz chillona de Alba cada vez más cerca. Sabía que este lugar ya no era seguro, todo gracias a Carlos.
Nos escondimos en un hueco que había y aparecieron en cuestión de segundos. Inés estaba sentada en el suelo de espaldas y yo estaba viendo todo procurando que ellos no me vieran.
-Este lugar cada día me gusta más- Dijo Alba.-
-Sí.-
-Carlos, muchas gracias por mostrármelo. ¿Sabes? Este puede ser nuestro lugar de encuentro para pasar un ratito a solas....- Esa iba con segundas- Porque este lugar no lo conoce nadie y no creo que las idiotas de Inés y María vengan aquí sabiendo que sé el lugar.-
Me están entrando unas ganas de ir ahí y cerrarle la boca, pero intento controlarme. Sigo observando la escena y mis ojos se encuentran con los ojos de Carlos, nadie dice nada, solo nos miramos. Bajó la mirada rápidamente y la volvió a subir volviéndose a encontrar con mis ojos, conozco a Carlos perfectamente como para saber que quiere saber si Inés está conmigo. Asentí levemente esperando que entendiera la indirecta.
-Carlos, mi amor, ¡qué miras?.-
-Nada Alba.-
-Bien, ¿qué te apetece hacer ahora?.-
-¿Cuánto tiempo más vas ha seguir con esto Alba?.-
-No sé a que te refieres.-
-A toda esta mentira, sé todo sobre tu plan, ¿piensas seguir yendo más lejos?.-
Inés, que lo escuchaba todo rápidamente se giró y se levantó poniéndose a mi altura para verlo todo.

Narrado por Inés

Estaba escuchando sin ganas toda la conversación entre Alba y Carlos, en cualquier momento me estallaría la cabeza.
-A toda esta mentira, sé todo sobre tu plan, ¿piensas seguir yendo más lejos?.-
Tras escuchar esas palabras de Carlos inmediatamente adopté la misma postura de mi hermana para poder observar todo mejor pero sin que ellos me vieran.
-N...No sé de que estás hablando- Se defendió Alba, pobrecita, en el fondo me daba pena.-
Seguí contemplando interesada por saber que pasaría a continuación, pero antes de que siguieran hablando pasó lo que no tenía que pasar, Carlos me vio, ahora pensará que le sigo y cosas así. Pero me equivocaba, ninguno de los dos apartaba la vista del otro, era todo tan irreal. Alba nos sacó de ese trance.
-Carlos, tienes la mirada perdida, ¿qué hay ahí detrás?.-
-A ti es a quien menos tengo que dar explicaciones, ¿no crees?.-
Yo seguía viendo todo con María a mi lado, mirando a Carlos y Carlos mirándome hasta que Alba se giró y nos vio.
-¡Tú! Con que era por eso por lo que te distraías.-
Se acercó a nosotras y nos sacó empujándonos.
-¿Lleváis ahí todo este tiempo? Mirad que os odio, pero esto ya llega al extremo.-
María y yo nos miramos tratando de aguantarnos la risa, pero eso es una cosa imposible.
-¡Inés! Inés te dijo lo del plan, ¿verdad? No le creas, está celosa y desesperada por volver, ¡no te das cuenta?.-
-¿Yo? Yo no he dicho nada.-
-Carlos tienes que creerme, ya te lo dijo Gonzalo y ahora te lo digo yo. Ella te engañó, te mintió, hasta va a tener un hijo.-
-¿Aún con eso? La única que me miente eres tú, y dime, ¿dónde está el hijo?- Alba me miró la barriga- No me vengas con esas que cuando estas de casi dos meses algo se nota y ella no tiene nada. Y por si no lo sabías, el mismo Gonzalo me lo contó todo. ¿Sabes? Tu plan era brillante, pero si hubieses ayudado a Gonzalo yo ahora no sabría nada y estaría contigo- Me miró- Inés no te ofendas- Volvió a Alba- Quería ver hasta donde eras capaz de llegar, solo eso.-
-¡¡Os odio!!- Nos dijo a María y a mí- A ti te quiero, podemos ser felices, sin mentiras ni nada, te lo prometo- Le dijo a Carlos.-
-No.-
-Esto no quedará aquí, si yo no puedo tener nadie lo hará.-
-Te vuelves pesada con eso, búscate a alguien para hacer tu vida y déjanos en paz- Dijo María saliendo seguida por mí que seguía sin pronunciar palabra.-
Salimos al jardín y detrás nuestra vino Alba echa una furia, al pasar por nuestro lado me agarró del brazo y me dijo al oído:
-Me las pagarás por lo que has hecho.-
-Aquí te espero- Le respondí del mismo modo.-
Se fue a quién sabe donde, lo que importa es que aquí no está.
-Lo siento- Se escuchó detrás nuestra. Al darme la vuelta era Carlos.-
María estaba incómoda al tenernos ahí a los dos, miró a su alrededor y se encontró a Dani caminando así que fue a por él dejándonos a Carlos y a mí solos.
-¿Por qué lo sientes?.-
-Por todo lo que ha pasado desde que nos separamos- Dijo con la cabeza gacha.-
¿Por qué tenía esas ganas tremendas de correr hacia él, besarle, decirle que lo quería, que lo necesitaba a mi lado? ¿Por qué?
-No importa- Me giré y avancé unos pasos.-
-Inés espera- Me alcanzó- Aún no has contestado.-
-No hay nada que contestar.-
-Sí hay, por favor, dime que te quedarás a mi lado.-
-Necesitamos tiempo- No me creo como las palabras me salen solas de la boca, yo no necesito tiempo.-
-¿Más?.-
-Sí.-
Carlos resopló y sin decir nada se encaminó a sentarse en la fuente en la cuál el día que nos conocimos casi nos besamos, sonreí ante el recuerdo. Lo miré por última vez antes de irme, lo contemplé, cada detalle, su postura, estaba sentado en el borde con los codos apoyados en las rodillas tapándose la cara con las palmas de las manos. No puedo verle así sin que el corazón se me parta, ¿por qué le pedí un tiempo? ¿Por qué soy tan tonta que no ve lo que tiene? Esto nos está matando a los dos poco a poco sin que nos demos cuenta, tendría que estar feliz de tener la oportunidad de estar con Carlos ahora que podemos porque no sabemos que va a pasar el día de mañana. Él aún no se ha movido de la posición en la que se encontraba.
Me fui acercando poco a poco a él, me senté a su lado pero no pareció notarlo. Respiré hondo y le pasé la mano por el pelo.
-Lo siento- Dije casi susurrando mientras le acariciaba.-
Se destapó la cara mostrándome lo roja que estaba al igual que sus ojos por las lágrimas, lágrimas que yo le he causado.
-No tienes por qué- Dijo mirando al suelo.-
-Mírame- Le pedí y me hizo caso- Te amo. No necesito darme ningún tiempo para darme cuenta.-
Se le iluminaron los ojos, miró hacia abajo, contempló mi mano posada sobre mi rodilla y puso su mano encima. Las palabras sobran donde as acciones bastan. Volvió a mirarme a los ojos y nos fuimos acercando poco a poco hasta unir nuestros labios tras tanto tiempo. Ese beso fue como el primero, tímido y con sentimiento pero también se notaba anhelo después de estar más de un mes ignorándonos. Es aire se acabó pero eso no impidió que nos separásemos. Su lengua pidió permiso para entrar en mi boca y yo accedí. Cuando nos separamos agaché la mirada, me seguía sintiendo mal por todo lo que ha pasado.
-No te sientas culpable- Odio que la gente me conozca- Mírame.-
me cogió de la barbilla y me subió lentamente la cabeza para mirarle a los ojos.
-Te amo.-
-Y yo.-
Sonrió, ¿hace cuánto que no lo hacía? Imité su gesto sin poder evitarlo. Nos acercamos y nos fundimos en un abrazo.
-Para siempre- Me susurró al oído.-
-Para siempre- Le repetí del mismo modo.-
Cerré los ojos disfrutando el abrazo, los abrí esperando que siguiera sin soltarme y lo conseguí, miré al frente y vi a Alba observándonos. Cuando se percató de que la estaba observando deslizó su mano por su cuello en señal de muerte, pero que me haga lo que quiera, me da igual.
Volví a cerrar los ojos y a hundir mi cabeza en el cuello de Carlos.

Narrado por María

Tras dejar a Inés y Carlos en el jardín me fui con Dani.
-¿Cuántas veces has perdido?- Dije refiriéndome al entrenamiento.-
-¿Yo? ¿Perder? Esa palabra no está en mi vocabulario- Lo miré incrédula- 25 veces de 30 rondas- Solté un a carcajada sonora- ¡No te rías! Es humillante.-
-Ya mejorarás por tu bien.-
-Si no quiero que me mates tú antes de la guerra sí.-
-Bien dicho- Le besé.-
-¿Vamos a dormir?.-
-No tengo sueño- Me puso un puchero- Venga, vamos.-
Sonrió y se puso a saltar como un niño pequeño, mi niño pequeño.
-Vamos- Me besó y me cargó como recién casados para llevarme.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario