Narrado por
Inés
Caminando
sentí algo, mejor dicho alguien en mi camino.
-Perdón,
iba despistada- Dije sin mirarle. Levanté la vista para saber con quién había
tropezado.-
-¡Inés!-
Saltó Carlos encima de mi abrazándome, me quedé quieta un instante, aspirando
su dulce aroma. Cuando conseguí entrar en razón me separé de él y me miró
confundido.-
-¿Qué
quieres?.-
-No te
vayas- Cerré los ojos intentando contener mis lágrimas que estaban por salir,
respiré hondo y le miré- Por favor.-
-No puedo,
yo...- Me interrumpió.-
-Sí puedes
Inés, no me dejes.-
-Tú estás
con Alba, técnicamente me has dejado tú a mí- Las lágrimas salieron poco a poco
de mis ojos, y Carlos trataba de retenerlas, me lo veía.-
-¿Y eso
indica que sea feliz?- Me quedé callada- Me hacías feliz tú, Inés; me haces
feliz. Aunque me haya enfadado contigo por el embarazo con Gonzalo, que ahora
empiezo a dudarlo, no quiere decir que haya dejado de quererte.-
-Lo siento
pero ya es demasiado tarde.-
-No, por
favor- Apareció Alba por detrás.-
-Hola
cielo- Ni me miró.-
-Adiós
Carlos.-
Pasé sin ni
siquiera mirarlos, no podía. Con lágrimas saliendo de mis ojos me metí en el
barco, aún no sé donde voy a ir, pero me basta con estar lejos de este lugar.
Lo que en un principio sería “el lugar perfecto” ya que estaríamos los cuatro,
Dani, María, Carlos y yo, ha acabado siendo un desastre. Miré por última vez la
pequeña isla, creo que este es el adiós definitivo.
Narrado por
María
Dani y yo
llegamos a casa haciendo una carrera.
-Te gané-
Dije sin aliento.-
-Ya
quisieras ser más rápida que yo.-
-Soy más
rápida que tú, bueno, solo ahora mismo.-
-Debes
saber que yo nunca pierdo.-
-Siempre
hay una primera vez- Entré por la puerta.-
-Puede,
pero hoy no será- Dijo acercándose a mí amenazante.-
-¿Qué vas a
hacer?- No respondió- Dani, ni se te ocurra.-
Salí
corriendo por el salón y él venía por detrás casi alcanzándome, por suerte la
sala era grande. Corrimos alrededor del sofá, me paré en seco frente a éste al
no ver a Dani.
-¿Dani?.-
Nadie
respondía, el silencio abarcaba toda la casa. Al instante sentí unas manos que
me empujaban tumbándome en el sofá.
-¡Aaaah!-
Grité al acto.-
Me encontré
a Dani sobre mí riéndose.
-¿Te
parecerá gracioso?.-
-¿Tras ver
cómo has puesto la cara? Mucho.-
Con
esfuerzo saqué una mano de debajo de su cuerpo y le golpeé el brazo.
-No me vas
a tirar por más que lo intentes.-
-¡Quítate!-
Dije con voz de niña pequeña.-
-Dije que
yo siempre gano.-
-Pero has
perdido, tu novia te ha ganado. Supéralo.-
Dani me
besó antes de darme cuenta, nuestras lenguas bailaban al mismo ritmo y éste iba
aumentando por momentos. Se separó con una sonrisa en la cara.
-Ya está,
he ganado- Le sonreí negando con la cabeza, Dani es muy adorable y cariñoso
cuando se lo propone- Y ahora quiero mi premio.-
-¿Tú no
pides mucho?.-
-No,
solamente quiero esto.-
Se acercó
otra vez para besarme, pero su boca se quedó a unos milímetros de la mía donde
casi no podía pasar ni un poco de aire. Movía sus labios sobre los míos
rozándolos pero sin llegar a besarlos, este me quiere provocar, lo sé yo. Me
estoy volviendo loca y eso le divierte.
-¡Quieres
besarme de una vez!- Estallé de los nervios y él soltó una carcajada.-
-No tengo
intención de besarte.-
-Pues que
pena- Le cogí de la cara, lo acerqué a mí y le besé.-
Estuvimos
sin separarnos unos minutos, nos faltaba el aire pero en ese momento no
importaba, estaba yo que me separaba de esta cosa tan adorable.
-Te quiero-
Dijo entre besos.-
Sé que lo
he oído más veces, pero cada vez que esas dos palabras salían de su boca un
escalofría recorría mi cuerpo llenándolo de alegría.-
-Yo más.-
Narrado por
Carlos
Se ha ido,
Inés se ha ido. ¿Para siempre? No lo sé, espero que no, no aguanto más sin
ella. Echo de menos las mañanas en las que me despertaba temprano y me quedaba
observándola dormir hasta que abría sus ojos; también su sonrisa y esos
hoyuelos que se le forman al reír, las conversaciones “cursis” en las que luego
nos reíamos de nosotros mismos... Tantas cosas que me gustaría seguir haciendo
a su lado, con ella.
Alba iba a
mi lado cogiéndome de la mano, me gustaría negarme pero no me viene mal ya que
voy tan perdido en la mente que me podría caer o algo y casi no sé ni por dónde
voy.
-Mi amor,
¿estás bien?.-
-S...Sí, no
te preocupes.-
-¿Quieres
volver con ella, no?- Mi cara se iluminó, puede que por una vez Alba sea una
persona comprensiva y acepte que estoy enamorado de Inés, no de ella.-
-Sí, para
qué negarlo, la amo.-
-Lo
comprendo- La miré con la esperanza floreciendo en mi interior- Pero no lo vas
a hacer, ahora me perteneces a mí, ella se fue, olvídala. Tarde o temprano te
enamorarás de mí e Inés será un recuerdo de tu pasado.-
Todo lo que
en un segundo ha florecido en mi cuerpo, en un segundo se había esfumado, tengo
que aceptar que hay personas que no cambian y Alba es una de ellas.
Lo que ella
quería era separarme de Inés y “conquistarme”, puede que haya logrado que Inés
se vaya de mi lado, pero hará falta un milagro para que la olvide.
Narrado por
Dani
Estaba
durmiendo junto a María, abrí mis ojos y la ví durmiendo plácidamente, me puse
de lado para contemplarla mejor, se veía preciosa, perfecta. No me puedo creer
que toda ella, cada pequeña parte de su cuerpo sea mío, solo mío y de nadie
más, pero tampoco es que vaya a compartir a María con nadie.
Unos golpes
en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me levanté lentamente de la cama
para no despertar a María y me dirigí hacia la entrada. Abrí la puerta.
-Hola- Dije
extrañado.-
-¿Vive aquí
María de Castilla?- Ahora sí que estoy confuso.-
-Sí, ¿por
qué?.-
-Tenemos esta
carta de su padre para ella, ¿puedes hacérsela entregar? Es urgente.-
-Claro-
Dije tomando el extraño sobre.-
-Gracias, y
buenas tardes- Se marcharon.-
Cerré la
puerta. Me quedé unos instantes observando aquel sobre pensando en que pudiera
contener dentro. ¿Por qué era urgente? No puedo esperar más y fui a desperar a
María.
-María,
cariño despierta.-
-¿Hmmm?- Se
movió un poco.-
-Tu padre
te ha mandado una carta, dicen que es urgente- Suspiró fuertemente y abrió los
ojos.-
-Voy.-
Narrado por
María
Me levanté
lentamente aún con el sueño en el cuerpo. Dani y yo nos dirigimos al salón. Me
entregó el sobre y me dispuse a abrirlo. Comencé a leer en mi mente:
“Hola
María:
¿Cómo te va
todo con Dani? Conociéndoos seguro que bien y espero que así sea. No me arrepiento
de haberos dejado ir con los chicos porque sé que sois felices y ese es uno de
los motivos por los que soy feliz desde que vuestra madre murió.
Bueno, te
preguntarás por qué te envío esta carta, verás, hemos llegado a un acuerdo y
hemos decidido que vamos a ir a conquistar la parte Sur de Portugal, nuestro
ejército sabe como actuar y saldrán en dos meses. Te digo esto porque
necesitaremos la máxima ayuda posible ya que nadie ha conseguido derrotar a
Portugal jamás, pero nosotros vamos a intentarlo. Sé que estarás leyendo esto
junto a Dani, así que quiero que esto lo sepa él también. Necesitamos más
soldados que sepan luchar en el campo de batalla para tener más oportunidades
de vencer, he estado buscando y reclutando gente, y varias personas han coincidido
en que Dani es uno de los mejores luchadores que hay, y seguro que con un poco
de práctica será casi invencible. A lo que quiero llegar es a que lo he
alistado para que vaya a la guerra contra los portugueses, lamentablemente esto
no es una petición para que él me responda si acepta o no, es como una orden y
ya no hay vuelta atrás, lo siento.
Os dejo
tiempo para estar juntos porque sé lo que significa que vosotros, pero en un
mes quiero a Dani de regreso para que pueda practicar.
También
pensé en que Carlos vaya, pero Dani se maneja mejor en la lucha, si le
necesitamos lo avisaremos, pero de momento solamente Dani.
Espero que
estéis bien hasta que os vea.
Te quiero
María, dile a Inés que también.
Dani y
Carlos, cuidádmelas, se que no me defraudaréis.
Nos vemos
en un mes.”
Esto tiene
que ser una broma. Conforme iba leyendo la carta las lágrimas se escapaban de
mis ojos. Dani aún no ha leído la carta.
-Pequeña,
no llores, ven aquí- Me abrazó y yo me aferré a él con más fuerza. Si solo me
quedaba un mes con él y no quería desaprovechar ni un segundo. Tego miedo de
perderle, mi tío murió en una guerra que se hizo como esa y no quiero que a
Dani le pase nada- ¿Qué pasa?.-
Sin decir
nada le extendí la carta para que la lea. Iba a separarse para leerla pero lo
atraje a mí con más fuerza y entendió que no quería que se separase. Comenzó a
leer la carta rodeándome con su brazo.
-¡No puede
ser!.-
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Estoy empezando ya la segunda temporada, comentad y decidme que os parece la primera y alguna sugerencia o algo jiji
os quierooooooooooooooooL
Menudo capitulo :O
ResponderEliminarEsta novela es tan akskdnahdhwvq
Me encanta!