sábado, 21 de diciembre de 2013

Capítulo 28

Narrado por María
Había quedado con Dani dentro de un rato, pero mi cabeza no paraba de pensar en como le estará yendo a Inés y a Carlos, espero que bien, porque estos dos después de todo esto me niego a que estén separados y sin hablarse.
Fui caminando lentamente hacia en lugar donde había quedado con Dani, parece que llegué temprano porque no hay nadie, poca gente conoce este sitio. Me senté a la sombra a esperar que venga, fueron pasando unos pocos minutos y una voz detrás de mí me sorprendió.
-¿Qué hace una chica tan guapa por aquí sola?- Me giré a verle y era Dani, como siempre llegando tarde, pero no me importaba. Le sonreí.-
-Pues estoy esperando a mi novio, hemos quedado.-
-¿Y puedo hacerte compañía mientras esperas a ese novio tuyo?- Dijo sentándose a mi lado- Pero te aseguro que antes de que venga te he enamorado.-
-Si tu lo dices, inténtalo a ver que tal te sale.-
-Vamos que si ahora aparece un chico guapo que no soy yo y te ofrece así enamorarte, ¿te dejarías?- Dijo saliendo del “pequeño juego” y haciéndose el ofendido- No me esperaba eso la verdad, te tengo que tener bien vigilada.-
-Eres un celoso.-
-No, solo cuido lo que es mío.-
-Uy, que poco original eres, será que eso no se lo han dicho miles de chicos a sus chicas- Dije haciendo un puchero.-
-Pero yo no soy como los demás chicos, soy más guapo.-
-No es creído el niño ni nada- Dije riéndome.-
-Pero me quieres- Voy a responder pero me interrumpe- No me digas que no, porque no me lo creeré.-
-Te quiero- Susurré cerca de sus labios.-
Dani acortó la poca distancia que quedaba entre nosotros, nuestros alientos de mezclaron, nuestros labios se juntaron formándose en uno solo, nuestras bocas se movían al mismo ritmo; Dani mordió mi labio pidiéndome paso para adentrarse en mi boca y yo accedí. Nuestras lenguas se juntaron y se movían con el mismo compás. El beso se fue intensificando cada segundo que pasaba, pero lo frené en seguida.
-Como sigamos así vamos a acabar presos por muestramiento público- Reí.-
-¿Te- Me besa- Crees- Otra vez- Que me- Otra vez- Importa?.-
-Tonto.-
-Hermosa.-
-Idiota.-
-Única.-
-¡Dani, para ya!.-
-¿Por?- Dijo riendo.-
-Porque no puedo insultarte si me estás diciendo todo eso- Notaba como mis mejillas se tornaban rojas.-
-Te echaba de menos, María.-
-¿Cómo?- No entendía.-
-Echaba de menos estos momentos contigo, a solas tú y yo- Juntó nuestras frentes- Te amo.-
-Yo también- Le besé dulcemente.-
Nos estábamos besando, pero unas risas me hicieron abrir los ojos, me separé bruscamente.
-¿Qué pasa?- Dijo Dani confundido.-
-Eso- Señalé. Estaban Alba y Carlos riéndose y ¿cogidos de la mano? Espera, ¿Inés no ha ido a hablar con Carlos hace unas horas? Dani no daba crédito a lo que veía, me miró y le miré. Asentimos al mismo tiempo, habíamos pensado lo mismo. Nos levantamos y nos dirigimos hacia ellos.-
-Carlos, ¡cuánto tiempo!- Dije irónica.-
-Hola María- Dijo sin expresión ninguna- Hola Dani.-
-Ni hola ni nada, ¿tú no tendrías que estar con otra persona?.-
-Te recuerdo que estoy aquí- Interrumpió Alba.-
-Te recuerdo que me da igual- Volví a Carlos- ¿Qué ha pasado?.-
-¿Qué ha pasado con qué? ¡Ah, sí! Hemos hablado y ya lo sé todo, ya no hay más secretos entre nosotros.-
-¿Entonces por qué no estás con mi hermana?.-
-No pienso volver a hablar con esa idiota- ¿He oído bien?.-
-¡Mira niño, no paso que insultes a Inés así!- Me iba a acercar a él pero Dani me estaba sujetando por los brazos- ¡Dani, suéltame!.-
-María, cielo relájate- Me solté de él e intenté tranquilizarme- Carlos, que te ha dicho Inés exactamente.-
-Ella nada, me dijo Alba que Inés estaba esperando un hijo de Gonzalo, yo ahí no tengo nada que ver- ¿¡Estoy escuchando bien!?.-
-Carlos, tengo una preguntita para ti- Dije con tono amable- ¿¡Tú eres imbécil!? ¿¡De verdad te crees semejante tontería!?- Ahí ya me alteré.-
-Al principio quería no creérmelo, que era todo un error, pero después el mismo Gonzalo me lo confirmó. No hay nada más que hablar- Dicho esto se alejaron, yo seguía paralizada, no puedo creer.-
-María- Me susurró Dani, le miré- ¿Te parece que busquemos a Inés?- Asentí- Vamos- Me tendió la mano y se la acepté.-
Caminamos hacia la casa, parecía no haber nadie, pero no sé por donde buscar, Inés podría estar en cualquier parte. La puerta se abrió, tenía la esperanza de que fuera Inés, pero era Gonzalo, con él tenía que hablar yo.
-¡Tú!- Le grité y me acerqué, Dani no me detuvo y me giré a mirarle.-
-Adelante- Dijo riéndose, sabía que con él no me detendría.-
-¡tú!- Continué con Gonzalo- ¿¡Cómo se te ocurre hacerle eso a Inés!? ¿No se supone que “habías cambiado”, o esa era otra de tus mil mentiras?- No respondió- Me lo imaginaba. Te voy a dar tres segundos para que salgas corriendo y no vuelvas si no quieres enfrentarte a mí, y ya sabes como soy enfadada. Uno... Dos...- Se fue, sin decir una sola palabra, no podía asimilar todo lo que estaba pasando.-
Narrado por Inés
Me desperté, tenía la esperanza de que todo halla sido un mal sueño, pero cuando ví a mi lado la camisa de Carlos llena de lágrimas secas me dí cuenta de que era una realidad, Carlos ya no estaba a mi lado.
Me levanté con dificultad y salí a la calle, mala idea porque todo, absolutamente todo me recordaba a él. Caminé sin rumbo fijo, mis pies decidían y yo no me oponía. Llegué hasta un pequeño parque que estaba vacío, bueno, vacío no, había una pareja, qué monos, ojala estuviera así con Carlos. Espera. Son... Carlos y Alba. Genial, la cosa no puede ir mejor, nótese el sarcasmo.
Salí corriendo de ahí. No aguantaría ver eso mucho más tiempo.
Iba caminando muy rápido que me choqué con alguien.
-Lo siento, yo...- Le miré a la cara- Tú...- Era Gonzalo.-
-Inés, yo...- Lo interrumpí.-
-¡Tú nada! ¿Por qué mentiste? Es que no lo entiendo Gonzalo, se supone que éramos amigos, se supone- Recalqué- Parece una tontería, pero creía que habías cambiado.-
-Lo siento- Se fue.-
Lo siento, ¿lo siento? ¿Eso es todo lo que me tiene que decir? La verdad parecía sincero, pero... Nada de esto encaja. Suspiré negando con la cabeza y me dirigí hacia casa. Al entrar estaban María y Dani.
-Inés, ¿estás bien?- Asentí- Serás mentirosa.-
-Ven aquí- Me dijo Dani para darme un abrazo y se lo acepté- ¿Quieres llorar?- Negué- No seas tonta- Cuando dijo eso las lágrimas salieron incontrolablemente de mis ojos, no había quien las detuviera, la verdad estaba destrozada.-

{...}

Ha pasado un mes tras lo ocurrido, bueno, no llega a un mes. Dani y María cada vez están más pegados, no hay quien los separe. ¿Yo? Lo de Carlos aún lo tengo presente. No lo he vuelto a ver, pero sé que está saliendo con Alba, a parte era de esperar. Tras desayunar salí a dar un paseo como cada mañana, siempre iba al bosque, me encantaba estar por ese lugar no sé exactamente el por qué. Estaba sentada a la sombra de un árbol jugando con algunas mariposas que estaban a mi alrededor.
-Hola- Escuché una tímida voz hablándome, esa voz, su voz. Lo miré y me levanté.-
-Hola- Dije intentando disimular todos los sentimientos que ahora estaban subiendo por mi garganta, me miró de arriba abajo.-
-¿Dónde está?.-
-¿El qué?.-
-Tu barriga, normalmente a esta altura se va notando un poco.-
-Carlos, te dije que no estaba embarazada y que entre Gonzalo y yo no había nada, pero no me quisiste creer.-
-Bueno- No parecía creérselo del todo, ¿qué más pruebas necesita?.-
-¿Y qué haces aquí?- Tenía miedo a la respuesta, mi corazón iba a mil por hora temiendo que dijera lo que pasaba por mi mente.-
-He quedado aquí con Alba- Y lo dijo- Estamos saliendo- ¿Tenía que decirlo? ¿No tenía suficiente por como estamos a estar alturas?.-
-Ah- Dije indiferente- Bien, que te diviertas- Me iba a ir.-
-Inés- Me detuvo.-
-¿Qué?.-
-No, nada. Adiós.-
Me giré y me fui. Que situación más incómoda.
Narrado por Gonzalo
No me siento bien con lo que les he hecho a Inés y Carlos, pero todo esto era parte del plan de Alba, y por lo visto va genial. Pero ahora le toca a ella cumplir con su parte.
-Alba- La llamé.-
-¿Si?.-
-¿No me debes algo?.-
-¿El qué?- Se hacía la tonta, a mí no me engaña.-
-Quedamos en que si yo te ayudaba a separar a Inés y Carlos para tú quedarte con Carlos, que por cierto ha salido perfecto, tú me ayudabas a recuperar a María.-
-¡Ah!, ya me acuerdo, ¿sabes? Mejor lo dejamos, mi novio, o sea, Carlos, es muy amigo de Dani y María, y si les hago algo él se enfadará conmigo, así que te toca hacerlo a ti solito, querido- ¿Qué? ¿Será una broma?- Bueno, he quedado con Carlos- La agarré del brazo.-
-De eso nada, tú y yo teníamos un trato- Se soltó.-
-Tú lo dijiste, teníamos, pasado, no me molestes más, que no quiero llegar tarde.-
Se fue. No puedo creer que haya sido tan tonto como para fiarme de ella, pero no se va a ir por las buenas, esta me las va a pagar. Yo soy así que la ayudo a recuperar a su “amor” y ella pasa de mí, el juego no le saldrá como espera, yo me encargaré de eso.
Narrado por María
Este mes ha sido un poco más duro para todos, sobre todo para Inés y Carlos, los seguía viendo a los dos, pero por separado, claro.
Dani cada día está más mimoso, es un amor de chico. Estábamos en el sofá, Dani estaba dormido en mis piernas mientras yo lo acariciaba el pelo sonriendo inconscientemente. De pronto aparece Inés por la puerta y sin decir palabra va directa a su habitación, me levanto con cuidado para que Dani no se despierte y la sigo, entro y la veo haciendo la maleta, ¿pero qué? Si se cree que se va a ir lo lleva claro.
-¿Te vas?.-
-No, le llevo ropa a mi amiga del pueblo. Claro que me voy- Dijo secándose una lágrima.-
-¿Por qué?.-
-Hoy lo he visto y... Me ha dicho que estaba saliendo con Alba, así, vale que eso ya me lo esperaba, pero no creo que pueda encontrármelo más veces sin que me deprima, así que creo que lo mejor para todos sería irme.-
-Para todos no, no sería lo mejor ni para mí, ni para Dani, ni para ti. Quieres pensar lo contrario, pero sabes que irte es un error.-
-Sé que es un error, pero por una vez voy a hacer caso a los errores y me voy a marchar, pero volveré, te lo prometo.-
-¿Cuándo?.-
-No sé, en unos meses.-
-¿Unos meses? Me niego, no voy a dejar que te vayas unos meses por el idiota de Carlos.-
-Ya he tomado la decisión.-

Cogió su maleta y se fue por la puerta. Carlos me va a oír, pero bien oído.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Capítulo 27


Narrado por María

No me puedo creer aún lo que ha hecho Carlos, no puedo sacármelo de la cabeza. De pronto aparece Dani.

-¿Qué son esos gritos?- Dijo adormilado.-

-Inés y Carlos se han peleado.-

-¿Y eso?- Dijo tratando de no dormirse, ¡qué mono!.-

-Alba y Carlos son amigos y le ha enseñado el escondite.-

-Vaya, que mal, pero que se le va a hacer... Espera, espera... ¿Qué Carlos ha hecho qué?- Por fin se “despierta”- ¿Pero está loco?.-

-Sí, definitivamente- Me levanté del sofá- Voy a tomar el aire, ¿vienes?.-

-No hay ganas- Dijo con cara de niño pequeño.-

-Adiós- Le besé y me fui.-

Caminé por la plaza central y llegué a un pequeño parque, nunca lo había visto.

-Hola- Me dijo alguien por detrás, esa voz me era familiar, me giré.-

-Adiós Gonzalo- Iba a irme pero me retuvo agarrándome del brazo.-

-María espera, he sido idiota, te he estado viendo con Dani y esa sonrisa no te la sacaba ni yo cuando estábamos juntos y ya sabes el dicho: Si amas a alguien déjalo libre; y es lo que voy a hacer contigo. Sé que piensas que es todo un plan, pero no lo es, bueno, al principio sí ya que Alba y yo teníamos un plan para yo poder estar contigo y Alba con Carlos, pero yo no voy a hacerlo- Estoy asombrada tras todo lo que ha dicho, ¿le creo?- María, sé que estás dudando en si creerme o no- Que bien me conocía este chico- Pero no tienes nada que tener, yo mismo hablaré con Alba para que deje todo esto, ya ha hecho bastante daño a Inés y Carlos.-

-Yo... Yo... Gonzalo, entiéndeme, es difícil creerte, pero si nos quieres ayudar no te voy a decir que no- Sonreímos- Me vuelvo a casa, ¿vienes?.-

-Claro.-

Fuimos caminando a casa hablando de cosas sin sentido, no me acordaba lo divertido que podía llegar a ser este chico.

Llegamos a casa y entramos.

-¡Hola!- Dije gritando para que sepan que había llegado.-

-Hola- Salieron Inés y Dani de mi habitación.-

-¿Qué estaban haciendo?- Pregunté curiosa y se miraron.-

-Nada- Reímos todos, se percataron de la presencia de Gonzalo y les cambió la cara.-

-¿Qué hace él aquí?- Dice Inés con un tono muy frío.-

-Me lo encontré en un parque del pueblo, y me ha contado lo que trama Alba y va ha ayudarnos a pararle los pies, no es como Alba que sí que se ha acercado a Carlos para sonsacarle cosas y os enfadéis- Dani parecía más relajado, pero Inés no tanto.-

-Pues si Alba tenía ese propósito lo ha conseguido y...- Gonzalo la interrumpió.-

-Inés, tienes que estar con Carlos, yo sé lo que Alba es capaz de hacer y como no te des prisa lo vas a perder.-

-Ahora eso me da igual, él sabía perfectamente lo que Alba era capaz de hacer y encima le iba contando cosas nuestras justamente a ella- Esta chica cuando quiere es muy cabezota, de verdad.-

-Gracias por avisar- Le dijo Dani a Gonzalo con una sonrisa.-

-De nada, y siento todo lo que ha pasado, no es fácil olvidar una relación de casi dos años- Se abrazaron, parece que se llevan bien, y eso es bueno.-

Pasaron dos días, Carlos casi no aparecía por casa, llegaba tarde de noche y se iba pronto por la mañana a quién sabe donde, Inés aunque no lo admita está mal, se le ve dolida y casi no sale de su habitación, a veces escucho que está llorando y sé de sobra que es por Carlos, ojala no fuera tan orgullosa y saliera y hagan las paces. Estábamos Gonzalo, Inés que por suerte ha salido del cuarto yo cocinando algo para comer, Dani ha ido a buscar a Carlos.

-María lo estás haciendo mal- Dijo Inés riéndose, pocas veces lo hacía.-

-Que me dejes, esto está perfecto- Estábamos haciendo la masa para hacer unos pasteles, la cocina es un completo desastre, está claro que no sabemos cocinar- ¡Harina! ¡Falta harina!- Grité.-

-Voy a cogerla.-

Inés se subió a una silla ya que la harina estaba en un estante demasiado alto.

-Ya la tengo, toma- Me la dio desde arriba de la silla.-

-Gracias.-

Inés se iba a bajar pero se le resbaló el pié, cuando pensaba que se iba a caer Gonzalo la cogió quedando sus caras muy cerca.

-¿Y esto?- Preguntaron desde la puerta, era Carlos.-

Narrado por Inés

Estaba cara a cara con Gonzalo, menos mal que evitó que me cayese de la silla, nunca más me subiré a una cosa de esas. Estábamos muy cerca, podía sentir su aliento sobre el mío...

-¿Y esto?- Preguntó Carlos, ¡oh, no! Me bajé rápidamente.-

-Carlos no es lo que tu piensas...-Comenzó Gonzalo pero Carlos le interrumpió.-

-¿¡Qué no es lo que pienso!? ¡Lo que pienso es que has estado a punto de besar a mi novia!- Dijo muy alterado.-

-¡Carlos para que las cosas no son así!- Pareció ignorarme porque en apenas segundos estaba sobre Gonzalo dándole puñetazos en la cara, le partió el labio y la nariz- ¡¡Carlos para!!- Fui a separarlos pero no había manera, estaban pegándose el uno al otro, Dani intentó separarlos y lo logró a duras penas.-

-¡Vale ya los dos!- Gritó María.-

-Ha intentado besar a Inés.-

-Él no ha intentado besar a nadie, Inés se iba a caer de la silla y él la cogió para que no se cayera.-

-Esto no ha acabado- Dijo Carlos saliendo por la puerta.-

No podía más y me fui a la habitación a llorar, últimamente lo hacía muy seguido, me duele estar así con Carlos, pero soy muy cabezota como para perdonarle así de rápido. Llorando y llorando me quedé dormida.

Pasó una semana desde lo ocurrido, Carlos no ha aparecido como los días anteriores, ¿y si se ha ido con Alba? Por favor que no, no lo soportaría. Lo bueno es que con Gonzalo va genial, se nota a millas que ha cambiado, no como Alba que ya veis lo que planea, hasta Dani se lleva bien con él. Estaba llorando sumergida en mis pensamientos y María entró a la habitación.

-¿Qué quieres?.-

-Inés, no puedes seguir así, tienes que hablar con Carlos y arreglarlo, deja de una vez tu orgullo a un lado y haz lo que tienes que hacer.-

-Yo no tengo que pedir perdón, es él el que se juntó con Alba, si quiere que hablemos que venga él.-

-Sabes perfectamente que él no se acerca porque sabe que no le vas a escuchar- Miré hacia otro lado- Hasta tú sabes que es verdad.-

-Está bien- Resoplé- Hablaré con él.-

-Perfecto, bueno he quedado con Dani para dar un paseo, ¿estarás bien?.-

-Sí, ve.-

Salió por la puerta y me tumbé a pensar, cada vez que pensaba en Carlos, en que lo necesito aquí y ahora conmigo, en lo que hizo, se me llenan los ojos de lágrimas, pero por una vez voy a hacer caso a María y voy a dejar mi orgullo a un lado.

Narrado por Carlos

Una semana, solo ha pasado una semana desde que me enteré de que Inés y Gonzalo tenían algo, vale que todos digan que no, pero lo más seguro es que los estén cubriendo o algo. Estos días no he visto ni a Dani, ni a María, ni a Inés, me duele demasiado estar lejos de ella, pero no soporto verla con Gonzalo. A la única que he estado viendo es a Alba, es muy buena amiga, Inés y María se equivocaban en que ella era “malvada”, sé que no lo es.

-En que piensas- Me interrumpió Alba.-

-En todo- Suspiré y se sentó a mi lado.-

-Ya lo hemos hablado, no estés así, no merece la pena.-

-Sí que merece la pena, la echo de menos.-

-No se si será conveniente que sigas pensando en ella...- Se calló, oculta algo, lo sé.-

-¿Por qué?.-

-Nada- Me mandó una sonrisa falsa.-

-Dímelo Alba, por favor.-

-Es mejor que olvides a Inés porque ella ya te ha olvidado- ¿Cómo podía decir eso?, es decir, ¿cómo lo sabía?- Ella... Ella espera un hijo, de Gonzalo.-

-¿¡QUÉ!?- Salté, no me lo podía creer, ¿en un poco más de una semana me ha olvidado como para tener un hijo? Ya sabía yp que tenía algo con Gonzalo, lo que no sé es por qué los demás me lo ocultaban.-

-Lo siento Carlos, pero... Es así- Mis ojos cada vez estaban más aguados, parecían una cascada de lágrimas- Me tengo que ir, solo intenta olvidarla- Se levantó, me dio un beso en la comisura de los labios y se marchó.-

No podía creerme lo que acababa de oír, yo sufriendo por ella día y noche y ella feliz con Gonzalo, Alba tiene razón, no merece la pena. No me puedo creer que haya renunciado a la boda para ahora estar así.

Narrado por Inés

Las palabras de María me convencieron, así que me armé de valor y salí por la puerta en busca de Carlos. Caminé hacia el bosque, sé que a él le encanta ese lugar, al llegar lo ví sentado bajo un árbol a la sombra... Llorando, me mataba verlo de esa manera, y más sabiendo que es por mi culpa. Mis ojos comenzaron a aguarse pero seguí caminando hacia él, quería que todo esto acabara y ser feliz a su lado como antes.

-Hola- Dije con un hilo de voz.-

-Hola- Me dijo seco y se levantó.-

-Que... Quería hablar contigo.-

-Yo también- No sé por qué me miraba muy frío, ¿qué le pasa?.-

-Tú primero.-

-Bien..., Inés, terminamos.-

-Bien yo te quería decir lo mismo... ¿Qué? ¿P-Por qué?- ¿En serio me acaba de decir que terminemos? Estoy soñando, esto es una pesadilla, por favor que lo sea. Mis ojos se aguaron cada vez más- No por favor.-

-Sí Inés, terminamos, ya se me hace lo suficientemente difícil decirlo, no hagas que lo repita.-

-Pero, ¿por qué?- Casi no me salían las palabras, solo lágrimas de los ojos.-

-Porque es inútil seguir con esta relación sabiendo que estás con Gonzalo y vas a tener un hijo con él, además...- Le interrumpí.-

-¿Qué estoy con quién? ¿Voy a tener un hijo con quién? ¿Qué mentiras te sueltan Carlos?.-

-Mentiras las que me sueltas tú, María y Dani, ¿qué pasa? ¿os gusta verme mal?.-

-Pero qué estás diciendo, yo no estoy con nadie, bueno sí, contigo, es decir estaba, bueno no, no lo sé, pero yo no estoy con Gonzalo y mucho menos voy a tener un hijo con él- Esto ya es el colmo, seguro que esto se lo habrá dicho Alba y formará parte de su plan, la mato.-

-Inés, de verdad, dejemos de fingir, dí lo que hiciste y será mejor.-

-Pero que yo no hice nad...- Me interrumpió.-

-Ahí viene Gonzalo, que explique todo esto.-

-Bien, porque verás que digo la verdad y quien quiera que sea que te haya dicho lo contrario miente.-

-Me lo dijo Alba, y en estos momentos confío más en ella que en ti- Golpe bajo, eso me dolió y mucho, Gonzalo por fin estaba a nuestro lado.-

-Hola- Saludó normal, Carlos le lanzó una mirada de odio.-

-Hola, ¿es cierto que Inés y tú esperáis un hijo?- Preguntó Carlos directo al grano.-

-Gonzalo, hazle ver que está equivocado y que tú y yo no hemos hecho nada- Le supliqué.-

-Es verdad- Respiré hondo, por fin alguien que dice la verdad- Inés y yo vamos a ser padres.-

-¿¡QUÉ!?- Dije sin creerlo- ¡Gonzalo no mientas! ¡Tú y yo no hemos hecho nada.-

-Cielo, Carlos ya nos ha pillado, ¿de qué sirve mentir?- Se dirigió a Carlos- Sí, Inés y yo estamos juntos y esperamos un hijo- Yo es que alucino, si no lo veo no lo creo, Gonzalo, mi “amigo” haciéndome esto.-

-Gonzalo no sé por qué mientes si...- Estaba llorando a más no poder y Carlos me interrumpió.-

-Ya está, no le des más vueltas, no ocultes los hechos, ya está todo comprobado- Se disponía a irse pero se dio la vuelta, esperaba que fuera todo un error y corriera a abrazarme para decirme que no pasaba nada, que todo iría bien, pero sé que no es así, me miró a los ojos y luego a los dos- Ser felices, ahora me doy cuenta de que fui un idiota rechazando la boda y huyendo, creo que la opción menos dolorosa habría sido la boda, ¿por qué no me dijiste que estabas enamorada de Gonzalo?- No me dio tiempo a contestar- Déjalo, prefiero no saberlo, adiós.-

Se fue, Carlos se fue, todo había terminado, ¿por qué Gonzalo no dijo la verdad? ¿Por qué mintió? Pensé que quería ayudarnos, pero me equivoqué. Sin decir nada fui corriendo a la casa y me encerré en mi habitación, fui a un armario y saqué una camisa de Carlos, la abracé, olía a él, me tumbé en la cama y seguí llorando, no me puedo creer aún todo esto. Fui una estúpida por no ir a por Carlos en su momento, si hubiera ido lo más probable es que ahora lo estuviera abrazando a él, no a su camisa. No sé como voy a superar esto, pero una cosa está clara, voy a hacer que Carlos sepa toda la verdad.