domingo, 8 de diciembre de 2013

Capítulo 27


Narrado por María

No me puedo creer aún lo que ha hecho Carlos, no puedo sacármelo de la cabeza. De pronto aparece Dani.

-¿Qué son esos gritos?- Dijo adormilado.-

-Inés y Carlos se han peleado.-

-¿Y eso?- Dijo tratando de no dormirse, ¡qué mono!.-

-Alba y Carlos son amigos y le ha enseñado el escondite.-

-Vaya, que mal, pero que se le va a hacer... Espera, espera... ¿Qué Carlos ha hecho qué?- Por fin se “despierta”- ¿Pero está loco?.-

-Sí, definitivamente- Me levanté del sofá- Voy a tomar el aire, ¿vienes?.-

-No hay ganas- Dijo con cara de niño pequeño.-

-Adiós- Le besé y me fui.-

Caminé por la plaza central y llegué a un pequeño parque, nunca lo había visto.

-Hola- Me dijo alguien por detrás, esa voz me era familiar, me giré.-

-Adiós Gonzalo- Iba a irme pero me retuvo agarrándome del brazo.-

-María espera, he sido idiota, te he estado viendo con Dani y esa sonrisa no te la sacaba ni yo cuando estábamos juntos y ya sabes el dicho: Si amas a alguien déjalo libre; y es lo que voy a hacer contigo. Sé que piensas que es todo un plan, pero no lo es, bueno, al principio sí ya que Alba y yo teníamos un plan para yo poder estar contigo y Alba con Carlos, pero yo no voy a hacerlo- Estoy asombrada tras todo lo que ha dicho, ¿le creo?- María, sé que estás dudando en si creerme o no- Que bien me conocía este chico- Pero no tienes nada que tener, yo mismo hablaré con Alba para que deje todo esto, ya ha hecho bastante daño a Inés y Carlos.-

-Yo... Yo... Gonzalo, entiéndeme, es difícil creerte, pero si nos quieres ayudar no te voy a decir que no- Sonreímos- Me vuelvo a casa, ¿vienes?.-

-Claro.-

Fuimos caminando a casa hablando de cosas sin sentido, no me acordaba lo divertido que podía llegar a ser este chico.

Llegamos a casa y entramos.

-¡Hola!- Dije gritando para que sepan que había llegado.-

-Hola- Salieron Inés y Dani de mi habitación.-

-¿Qué estaban haciendo?- Pregunté curiosa y se miraron.-

-Nada- Reímos todos, se percataron de la presencia de Gonzalo y les cambió la cara.-

-¿Qué hace él aquí?- Dice Inés con un tono muy frío.-

-Me lo encontré en un parque del pueblo, y me ha contado lo que trama Alba y va ha ayudarnos a pararle los pies, no es como Alba que sí que se ha acercado a Carlos para sonsacarle cosas y os enfadéis- Dani parecía más relajado, pero Inés no tanto.-

-Pues si Alba tenía ese propósito lo ha conseguido y...- Gonzalo la interrumpió.-

-Inés, tienes que estar con Carlos, yo sé lo que Alba es capaz de hacer y como no te des prisa lo vas a perder.-

-Ahora eso me da igual, él sabía perfectamente lo que Alba era capaz de hacer y encima le iba contando cosas nuestras justamente a ella- Esta chica cuando quiere es muy cabezota, de verdad.-

-Gracias por avisar- Le dijo Dani a Gonzalo con una sonrisa.-

-De nada, y siento todo lo que ha pasado, no es fácil olvidar una relación de casi dos años- Se abrazaron, parece que se llevan bien, y eso es bueno.-

Pasaron dos días, Carlos casi no aparecía por casa, llegaba tarde de noche y se iba pronto por la mañana a quién sabe donde, Inés aunque no lo admita está mal, se le ve dolida y casi no sale de su habitación, a veces escucho que está llorando y sé de sobra que es por Carlos, ojala no fuera tan orgullosa y saliera y hagan las paces. Estábamos Gonzalo, Inés que por suerte ha salido del cuarto yo cocinando algo para comer, Dani ha ido a buscar a Carlos.

-María lo estás haciendo mal- Dijo Inés riéndose, pocas veces lo hacía.-

-Que me dejes, esto está perfecto- Estábamos haciendo la masa para hacer unos pasteles, la cocina es un completo desastre, está claro que no sabemos cocinar- ¡Harina! ¡Falta harina!- Grité.-

-Voy a cogerla.-

Inés se subió a una silla ya que la harina estaba en un estante demasiado alto.

-Ya la tengo, toma- Me la dio desde arriba de la silla.-

-Gracias.-

Inés se iba a bajar pero se le resbaló el pié, cuando pensaba que se iba a caer Gonzalo la cogió quedando sus caras muy cerca.

-¿Y esto?- Preguntaron desde la puerta, era Carlos.-

Narrado por Inés

Estaba cara a cara con Gonzalo, menos mal que evitó que me cayese de la silla, nunca más me subiré a una cosa de esas. Estábamos muy cerca, podía sentir su aliento sobre el mío...

-¿Y esto?- Preguntó Carlos, ¡oh, no! Me bajé rápidamente.-

-Carlos no es lo que tu piensas...-Comenzó Gonzalo pero Carlos le interrumpió.-

-¿¡Qué no es lo que pienso!? ¡Lo que pienso es que has estado a punto de besar a mi novia!- Dijo muy alterado.-

-¡Carlos para que las cosas no son así!- Pareció ignorarme porque en apenas segundos estaba sobre Gonzalo dándole puñetazos en la cara, le partió el labio y la nariz- ¡¡Carlos para!!- Fui a separarlos pero no había manera, estaban pegándose el uno al otro, Dani intentó separarlos y lo logró a duras penas.-

-¡Vale ya los dos!- Gritó María.-

-Ha intentado besar a Inés.-

-Él no ha intentado besar a nadie, Inés se iba a caer de la silla y él la cogió para que no se cayera.-

-Esto no ha acabado- Dijo Carlos saliendo por la puerta.-

No podía más y me fui a la habitación a llorar, últimamente lo hacía muy seguido, me duele estar así con Carlos, pero soy muy cabezota como para perdonarle así de rápido. Llorando y llorando me quedé dormida.

Pasó una semana desde lo ocurrido, Carlos no ha aparecido como los días anteriores, ¿y si se ha ido con Alba? Por favor que no, no lo soportaría. Lo bueno es que con Gonzalo va genial, se nota a millas que ha cambiado, no como Alba que ya veis lo que planea, hasta Dani se lleva bien con él. Estaba llorando sumergida en mis pensamientos y María entró a la habitación.

-¿Qué quieres?.-

-Inés, no puedes seguir así, tienes que hablar con Carlos y arreglarlo, deja de una vez tu orgullo a un lado y haz lo que tienes que hacer.-

-Yo no tengo que pedir perdón, es él el que se juntó con Alba, si quiere que hablemos que venga él.-

-Sabes perfectamente que él no se acerca porque sabe que no le vas a escuchar- Miré hacia otro lado- Hasta tú sabes que es verdad.-

-Está bien- Resoplé- Hablaré con él.-

-Perfecto, bueno he quedado con Dani para dar un paseo, ¿estarás bien?.-

-Sí, ve.-

Salió por la puerta y me tumbé a pensar, cada vez que pensaba en Carlos, en que lo necesito aquí y ahora conmigo, en lo que hizo, se me llenan los ojos de lágrimas, pero por una vez voy a hacer caso a María y voy a dejar mi orgullo a un lado.

Narrado por Carlos

Una semana, solo ha pasado una semana desde que me enteré de que Inés y Gonzalo tenían algo, vale que todos digan que no, pero lo más seguro es que los estén cubriendo o algo. Estos días no he visto ni a Dani, ni a María, ni a Inés, me duele demasiado estar lejos de ella, pero no soporto verla con Gonzalo. A la única que he estado viendo es a Alba, es muy buena amiga, Inés y María se equivocaban en que ella era “malvada”, sé que no lo es.

-En que piensas- Me interrumpió Alba.-

-En todo- Suspiré y se sentó a mi lado.-

-Ya lo hemos hablado, no estés así, no merece la pena.-

-Sí que merece la pena, la echo de menos.-

-No se si será conveniente que sigas pensando en ella...- Se calló, oculta algo, lo sé.-

-¿Por qué?.-

-Nada- Me mandó una sonrisa falsa.-

-Dímelo Alba, por favor.-

-Es mejor que olvides a Inés porque ella ya te ha olvidado- ¿Cómo podía decir eso?, es decir, ¿cómo lo sabía?- Ella... Ella espera un hijo, de Gonzalo.-

-¿¡QUÉ!?- Salté, no me lo podía creer, ¿en un poco más de una semana me ha olvidado como para tener un hijo? Ya sabía yp que tenía algo con Gonzalo, lo que no sé es por qué los demás me lo ocultaban.-

-Lo siento Carlos, pero... Es así- Mis ojos cada vez estaban más aguados, parecían una cascada de lágrimas- Me tengo que ir, solo intenta olvidarla- Se levantó, me dio un beso en la comisura de los labios y se marchó.-

No podía creerme lo que acababa de oír, yo sufriendo por ella día y noche y ella feliz con Gonzalo, Alba tiene razón, no merece la pena. No me puedo creer que haya renunciado a la boda para ahora estar así.

Narrado por Inés

Las palabras de María me convencieron, así que me armé de valor y salí por la puerta en busca de Carlos. Caminé hacia el bosque, sé que a él le encanta ese lugar, al llegar lo ví sentado bajo un árbol a la sombra... Llorando, me mataba verlo de esa manera, y más sabiendo que es por mi culpa. Mis ojos comenzaron a aguarse pero seguí caminando hacia él, quería que todo esto acabara y ser feliz a su lado como antes.

-Hola- Dije con un hilo de voz.-

-Hola- Me dijo seco y se levantó.-

-Que... Quería hablar contigo.-

-Yo también- No sé por qué me miraba muy frío, ¿qué le pasa?.-

-Tú primero.-

-Bien..., Inés, terminamos.-

-Bien yo te quería decir lo mismo... ¿Qué? ¿P-Por qué?- ¿En serio me acaba de decir que terminemos? Estoy soñando, esto es una pesadilla, por favor que lo sea. Mis ojos se aguaron cada vez más- No por favor.-

-Sí Inés, terminamos, ya se me hace lo suficientemente difícil decirlo, no hagas que lo repita.-

-Pero, ¿por qué?- Casi no me salían las palabras, solo lágrimas de los ojos.-

-Porque es inútil seguir con esta relación sabiendo que estás con Gonzalo y vas a tener un hijo con él, además...- Le interrumpí.-

-¿Qué estoy con quién? ¿Voy a tener un hijo con quién? ¿Qué mentiras te sueltan Carlos?.-

-Mentiras las que me sueltas tú, María y Dani, ¿qué pasa? ¿os gusta verme mal?.-

-Pero qué estás diciendo, yo no estoy con nadie, bueno sí, contigo, es decir estaba, bueno no, no lo sé, pero yo no estoy con Gonzalo y mucho menos voy a tener un hijo con él- Esto ya es el colmo, seguro que esto se lo habrá dicho Alba y formará parte de su plan, la mato.-

-Inés, de verdad, dejemos de fingir, dí lo que hiciste y será mejor.-

-Pero que yo no hice nad...- Me interrumpió.-

-Ahí viene Gonzalo, que explique todo esto.-

-Bien, porque verás que digo la verdad y quien quiera que sea que te haya dicho lo contrario miente.-

-Me lo dijo Alba, y en estos momentos confío más en ella que en ti- Golpe bajo, eso me dolió y mucho, Gonzalo por fin estaba a nuestro lado.-

-Hola- Saludó normal, Carlos le lanzó una mirada de odio.-

-Hola, ¿es cierto que Inés y tú esperáis un hijo?- Preguntó Carlos directo al grano.-

-Gonzalo, hazle ver que está equivocado y que tú y yo no hemos hecho nada- Le supliqué.-

-Es verdad- Respiré hondo, por fin alguien que dice la verdad- Inés y yo vamos a ser padres.-

-¿¡QUÉ!?- Dije sin creerlo- ¡Gonzalo no mientas! ¡Tú y yo no hemos hecho nada.-

-Cielo, Carlos ya nos ha pillado, ¿de qué sirve mentir?- Se dirigió a Carlos- Sí, Inés y yo estamos juntos y esperamos un hijo- Yo es que alucino, si no lo veo no lo creo, Gonzalo, mi “amigo” haciéndome esto.-

-Gonzalo no sé por qué mientes si...- Estaba llorando a más no poder y Carlos me interrumpió.-

-Ya está, no le des más vueltas, no ocultes los hechos, ya está todo comprobado- Se disponía a irse pero se dio la vuelta, esperaba que fuera todo un error y corriera a abrazarme para decirme que no pasaba nada, que todo iría bien, pero sé que no es así, me miró a los ojos y luego a los dos- Ser felices, ahora me doy cuenta de que fui un idiota rechazando la boda y huyendo, creo que la opción menos dolorosa habría sido la boda, ¿por qué no me dijiste que estabas enamorada de Gonzalo?- No me dio tiempo a contestar- Déjalo, prefiero no saberlo, adiós.-

Se fue, Carlos se fue, todo había terminado, ¿por qué Gonzalo no dijo la verdad? ¿Por qué mintió? Pensé que quería ayudarnos, pero me equivoqué. Sin decir nada fui corriendo a la casa y me encerré en mi habitación, fui a un armario y saqué una camisa de Carlos, la abracé, olía a él, me tumbé en la cama y seguí llorando, no me puedo creer aún todo esto. Fui una estúpida por no ir a por Carlos en su momento, si hubiera ido lo más probable es que ahora lo estuviera abrazando a él, no a su camisa. No sé como voy a superar esto, pero una cosa está clara, voy a hacer que Carlos sepa toda la verdad.

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