sábado, 1 de marzo de 2014

Capítulo 3 (ST)

Narrado por María
Abrí mis ojos lentamente para acostumbrarme a la luz del sol que entraba por mi ventana, me levanté de la cama y me dirigí hacia el comedor, supongo que todos estarán allí porque Dani no estaba en la habitación. Cuando bajé no me equivocaba, estaban Dani, Inés, Carlos y Alba sentados desayunando, ésta última tenía cara de pocos amigos, aunque pensándolo bien, cuándo no.
-Buenos...- Bostecé- Días.-
-Hola- Dijo Dani cediéndome sitio a su lado.-
-Estábamos hablando de que me voy a enfrentar a Dani en un entrenamiento de espada- Dijo Carlos.-
-Y yo le estoy diciendo que no me va a vencer- Concluyó Dani.-
-Y yo digo que sí- Finalizó Carlos.-
Cuando terminamos de desayunar nos dirigimos al campo de entrenamiento donde Dani cogió toda la equitación.
-¡Carlos!- Le llamó- ¡Al mejor de tres!.-
-¡Prepárate para perder!.-
Carlos se levantó a coger el arma y se puso frente a Dani para comenzar. Con la espada por delante se miraban fijamente, se respiraba tensión.
-María, te dedico mi victoria- Dijo Dani sin apartar la vista de Carlos.-
-Ni sueñes que ganarás rubio- Le retó Carlos- Inés, esto va por ti.-
Y tras decir esa frase comenzaron a luchar, Dani iba perfecto después de tanto entrenar, y sinceramente me sorprende que Carlos esté aguantando tanto, pero no me saco de la cabeza que Carlos le dedique la victoria a Inés, ¿ha pasado algo y no me he enterado? Miraba a Inés de vez en cuando para ver si me devolvía la mirada, pero no hubo caso, me estaba evitando, la conozco desde siempre. Volví a centrarme en la pelea justo para ver como Dani gana a Carlos.
-¿Decías Carlos?- Se burló Dani.-
-Aún quedan dos asaltos.-
Comenzaron el segundo al que, por supuesto, volvió a vencer Dani. Con el tercero pasó lo mismo.
-He ganado- Saltó Dani a abrazarme.-
-Tú entrenas, yo no, así que yo también tengo mi mérito.-
-Ahí tiene razón- Le dije a Dani.-
-¿Tú de que parte estás?- Dijo haciéndose el molesto.-
-Pues...- Dani me interrumpió.-
-Mira- Me señaló hacia el lado y vimos a Inés y a Carlos besándose para luego abrazarse dulcemente- Esto es nuevo, ¿no?.-
-¿Podéis dejar de mirarnos?- Dijo Inés con la cabeza oculta en el pecho de Carlos.-
-¿Podéis explicarnos esto?- Dije.-
Se separaron para mirarnos pero Carlos aún sostenía a Inés de la cintura.
-He perdonado a Inés y he decidido que juntos tendremos el hijo de Gonzalo- Le miré mal- ¡Es broma! No me mates. Ayer arreglamos las cosas, era una tontería seguir peleados por nada, ¿no?- Le dio un beso a Inés en la cabeza.-
Tras hablar un poco más dejamos a Dani seguir entrenando y nosotros nos fuimos al jardín, hacía un día precioso.
-Habrás aprendido la lección, ¿no?- Le pregunté a Carlos.-
-Sí, por supuesto.-
-Hablando de eso- Suspiró Inés que había estado callado todo el rato, muy raro en ella.-
-¿Qué?- Pregunté sin entender. Ella sin decir palabra apuntó con la cabeza detrás nuestro y vimos a Alba acercarse a nosotros.-
-¿Os creéis muy listos, no?.-
-¿Se acabó la tradición de “hola”?.-
-Que sepáis que aún no me habéis vencido, jamás os libraréis de mi.-
-Vamos a ver, estás dramatizando, sacando las cosas de quicio, ¿no puedes desaparecer de una vez y aceptar que aquí no te quiere nadie? Tú no eres la Alba que fue mi mejor amiga, cuando te empezaste a comportar de esta forma te quedaste sola, ¿y pretendes que la gente te quiera cuando le buscas desgracias a todo el que se te cruza por delante? Por favor, que no tienes cinco años y se supone que todos hemos madurado, vive tu vida y deja a los demás vivir la suya. Nos harás un favor a todos si te marchas, ¿qué Carlos no te quiere?, no es que hayas hecho mucho para lograrlo amenazándole, ¿no crees? Y no digo que cambies ahora porque está conmigo, búscate a una persona que sea como tú, que te quiera, pero haciendo esto me recuerdas a las malas de las novelas que me he leído cientos de veces y siempre ellas salen perdiendo. Estás a tiempo de irte- Inés me ha dejado sin palabras, bueno a mí y a todos.-
-¿Nunca te enseñaron a luchar por lo que quieres? ¿Con uñas y dientes? No te tengo miedo Inés, si he cambiado peor para mí, pero no me vas a venir tú a decirme como tengo que ser. Y me encantaría irme, pero mi padre ha salido para realizar un largo viaje y durante todo este tiempo me quedaré con vosotros- Sonrió cínicamente.-
Inés resopló fuertemente y se marchó de allí.
-Te equivocaste Carlos- Dijo Alba.-
-Me equivoqué al elegirte a ti y estar un mes sin Inés- Dicho esto salió tras ella.-
Narrado por Inés
Me marché apresuradamente de allí para refugiarme en cualquier lugar donde no tenga a Alba a la vista. Salí de palacio para salir a dar un paseo para despejarme y pensar, ¿qué es lo que me hizo volver aquí con lo bien que se estaba en la isla? Claro, la pelea con Carlos y regresar con Nuria y David, ¿alguna persona inteligente piensa inventar ya alguna vez alguna máquina que sirva para volver el tiempo atrás o algo así? No sé si quiero regresar sabiendo que Alba se va a quedar durante un tiempo indefinido, es como si el universo me odiase.
-¡Inés!- Escuché una voz lejana- ¡        Inés, espera!.-
-¿Qué pasa?- Dije parándome y mirando a Carlos que venía corriendo a punto de caerse.-
-¿Estás bien?- Me encogí de hombros.-
-Y como quieres que esté.-
-No tomes en cuenta lo que dijo Alba, los celos hablan por ella. Sabes que yo nunca me alejaré de tu lado porque eres lo mejor que tengo.-
-Eso mismo dijiste la última vez y mira lo que pasó.-
-Pero eso no cuenta- Lo miré arqueando una ceja- Bueno, pero ahora que se lo que es capaz de hacer no creeré tanto lo que me vaya a decir- Le sonreí con ternura. Este chico es adorable y soy incapaz de molestarme con él.-
-Lo sé- Sonrió y me besó.-
-¿Te vienes a una posada que hay aquí al lado y tomamos algo?- Asentí- Pues vamos- Me cogió la mano.-
Caminamos en dirección a aquella posada de la que Carlos me ha hablado.
-Hola Inés- Me di la vuelta y ví a Sofía, una antigua amiga de mi infancia.-
-Hola Sofía- Fui a abrazarla- ¡Cuánto tiempo!.-
-Bueno os dejo que habléis- Sonrió Carlos- Nos vemos ahí enfrente, ¿vale?- Asentí y se fue no sin antes darme un beso, hacer eso delante de una persona me incomodaba un poco.-
Sofía y yo estuvimos hablando bastante tiempo ya que perdí la cuenta, era normal, no hablábamos desde hace años. Nos despedimos y me fui en la dirección en la que me dijo Carlos, entré y lo busqué con la mirada, esto estaba lleno de gente. Caminé unos cuantos pasos y divisé tu cabello rubio entre la multitud, fui acercándome y cuando lo podía ver completamente contemplé que estaba con una chica casi encima de él intentando besarlo, ¿qué significa esto?
Narrado por María
Tras aquel discurso Alba se fue pero no sin antes mostrar su aire de superioridad, ¿cómo puedo detestar tanto a una sola persona y siendo tan joven?
Sentí como por detrás, unas manos rodeaban mi cintura y una boca dejaba pequeños y dulces besos en mi cuello.
-Dani quieto- Dije riendo.-
-¿Por qué?- Habló casi sin separarse- Me gusta darte besos, y como no podré hacerlo durante un largo tiempo quiero aprovechar.-
Me dí la vuelta para mirarle, rodeé su cuello con mis brazos y me acerqué para besarle. Nuestros labios se unieron fugazmente bailando al mismo ritmo, Dani estaba en lo cierto, quedaban pocos días de estar con él y había que aprovechar todo lo que podamos. Dani lamió un poco mi labio inferior abriéndose paso para que su lengua abarcara totalmente mi boca, pero yo no me iba a quedar atrás, introducí mi lengua en su boca y comenzamos amoverlas al mismo ritmo.
Estos besos con Dani ocurrían muy pocas veces, pero cuando ocurrían eran mágicos.
-Ahorrad un poco de saliva un momento- Nos interrumpió mi padre. Dani y yo nos separamos entre risas y le miramos.-
-¿Qué pasa?.-
-Dani, me han informado de tus progresos con la espada y déjame darte mis felicitaciones. Viendo tu avances quería decirte que ¿recuerdas que hablamos de tu posición a la hora de partir?- Asintió- Pues visto todo lo que has aprendido y mejorado, tras una larga charla hemos decidido ascenderte, lo que quiero decir es que serás de los soldados que vayan de los primeros, solo los mejores ocupan esta posición, y tú estás entre ellos.-
-¿Ascenso e ir de los primeros significa que estaría delante de todos?- Pregunté.-
-Sí- Afirmó mi padre.-
-Y eso significa que puede que lo maten antes.-
-Sí- Volvió a afirmar pero bajando el tono de voz.-
-¿Pero por qué?- Grité- ¿¡No tienes suficiente con mandarlo y encima tienes que...!?- Dani me tapó la boca impidiendo que siguiera hablando.-
-Perdónala, esto le ha pillado por sorpresa- Dijo Dani, y mientras yo haciendo intentos inútiles de soltarme.-
-Lo sé, pero la comprendo, lo lamento Dani de verdad.-
-¡Tú no puedes lamentar nada porque...!- Dije cuando me solté pero Dani volvió a callarme.-
-No pasa nada, me la llevo antes de que cometa alguna locura- Mi padre solamente asintió, y Dani, como no, seguía sin soltarme.-
Cuando ya llegamos a la habitación me soltó. Estaba molesta, enfadada, decepcionada, preocupada, pero sobre todo estaba muy, pero que muy asustada.
-¿Por qué me tapas la boca? ¿Sabes lo que te puede pasar? ¿Y si no regresas? ¿Y si...?.-
-Y si nada María, ya hemos tenido esta conversación, confías en mí y ten presente que no te decepcionaré, que volveré aquí para estar contigo. Y no quiero volver a escuchar ningún comentario respecto a eso, ¿vale? Promételo- Me miró y no pude mirarlo a los ojos- María, ahora.-
-Me suena que esta conversación la tuvimos hace poco pero era al revés, pero está bien, lo prometo- Dije resignada, al fin de todo no podía hacer nada.-
-Así me gusta- Me besó.-
Narrado por Inés
El panorama que tengo delante no puede ser verdad, es una mala pasada de la cabeza, seguro. Decidida me comencé a acercar, acabamos de solucionar lo de Alba y ahora no me va a venir una cualquiera a quitármelo, me niego.
-¿Os divertís?- Pregunto al llegar junto a ellos que parecieron no notarme.-
-Mucho hasta que llegaste- Sonrió la morena.-
-¿Qué? ¡No! ¡Quita!- S        e removió Carlos- Te explico todo.-
-No quiero saber nada- Lo miré seria.-
Narrado por Carlos
Esto pinta mal, muy mal. Acabo de arreglar las cosas con ella después de la farsa de Alba y ahora nos volvemos a separar por esta... Esta chica que se me sube encima sin venir a cuento. Y sin contar que la mirada que me acaba de echar Inés asusta mucho.
-Tú- Dijo ahora señalando a la morena- Como te vea yo intentando besar, abrazar, tocar o estar cerca de mi novio prepárate porque te agarro de la porquería que haces llamar pelo y te quedas sin él. Avisada estás.-
Sin decir nada, la desconocida, tras mandarle una mirada fulminante a mi novia y guiñarme el ojo a mí, se marchó.
Inés me ha dejado muy sorprendido, no tenía ni idea de que fuese así, pero hay que decir que cambiando los papeles yo haría exactamente lo mismo, o tal vez me hubiese ahorrado las palabras y directamente paso a la acción.
Pero ahora lo que me inquieta es que esté molesta por lo que acaba de suceder.
-¡Vaya!, no conocía tu lado agresivo- Reí pero me fulminó con la mirada, está enfadada.-
Pero me sorprendió que tras esa fría mirada se empezara a reír como nunca lo había hecho, ¿esto es normal?, a ver, sabía que Inés tenía sus momentos de cambios de humor pero no pensé que llegara a tanta escala.
-¿De qué te ríes?- Pregunté.-
-De tu cara, parece que te van a matar- Continuó riéndose.-
-Eso es porque creía que tú me ibas a matar.-
-A ver, soy mala pero no llego a tanto- Se acercó a mí, me levantó y me plantó un beso- Espero que eso no lo haya hecho la morena.-
-No le he dejado, solo soy tuyo.-
-Eso espero- Le besé y le abracé.-
A veces un abrazo es la clave, me dí cuenta cuando estuvimos todo este mes separados y volvió dándome un abrazo. Estar con la persona que quieres entre tus brazos es la mejor sensación que podrías experimentar, sintiendo el calor de su cuerpo, su corazón latiendo contra tu pecho, es un sentimiento indescriptible. La aferré todo lo que pude contra mi cuerpo hasta que nos fuimos paseando lentamente hacia el palacio. ¿Nunca habéis experimentado esa sensación al estar con una persona en la que no necesitas nada ni nadie más para estar bien, que la persona que está a tu lado te completa totalmente? Pues así es como me siento yo cuando la estoy con ella, cuando la miro a esos preciosos ojos que no sé exactamente de qué color son debido a que cada vez los tiene de un tono diferente entre el verde y el marrón pasando por el miel.
Regresamos a palacio y nos dirigimos al escondite para tumbarnos un rato y no hacer gran cosa, al entrar pude observar a Alba mirándonos con odio, menos mal que Inés no se dio cuenta. Parece que la castaña no se va a cansar de hacer sufrir a la gente e intentar separarnos, pero no voy a permitir que consiga nada de lo que se propone y yo mismo me encargaré de pararle los pies. Entramos y nos tumbamos en una zona con cojines que había.
En todo el trayecto no pronunciamos ni una sola palabra, no hacían falta, el estar el uno con el otro era suficiente.
Apoyé a Inés sobre mi pecho y comencé a acariciarle el pelo suavemente, su respiración se hizo mas profunda y pesada y supe que se estaba durmiendo. Continué con mi caricia hasta que cayó totalmente rendida. Me quedé observando sus perfectos rasgos, sus ojos ahora cerrados, su pequeña y bonita nariz, su boca entreabierta y sus mejillas rosadas, era absolutamente perfecta. Bostecé y supe que caería de sueño al  igual que ella.

-Te amo- Le susurré antes de cerrar los ojos y sumergirme en el sueño.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario