-¡Carlos!-
Le llamó Blas- ¡Ven, corre!.-
Nos
separamos enseguida, me guiñó un ojo y se fue, no me puedo creer lo que ha
pasado, bueno, lo que casi pasa.
Narrado por
María
Seguía en
la terraza con Dani a solas, me lo estaba pasando genial, este chico es
supersimpático. Se me escapó un pequeña sonrisa pensando en esto y
desgraciadamente él la vió.
-¿De qué te
ríes?- Me preguntó riendo.-
Tenía que
inventarme una escusa para volver, me encontraba mejor que antes.
-Jaja, De
nada, me vuelvo a la fiesta, ¿vienes?- Sonreí.-
Para mi
sorpresa la respuesta no fue la esperada
-No, me
quedo aquí, ahora después iré- Creo que se había dado cuenta de que no le he
dicho la verdad.-
-Esta bien,
si quieres algo avisa- Me fui para a dentro.-
No sabía
muy bien qué hacer ahora, ¿dónde se ha metido Inés?, estaban Álvaro y David a
lo lejos así que decidí acercarme.
-Hola,
¿cómo va todo?- Les dije.-
-Muy bien-
Contestó Álvaro.-
-Y, ¿sabéis
dónde están los demás e Inés?.-
-Dani salió
a la terraza, me parece que Inés se fue al jardín y Carlos al rato también se
fue, y Blas se habrá perdido, conociéndole- Me dijo David divertido.-
-Vale,
gracias.-
Mi padre me
estaba llamando así que me acerqué
-María, ¿y
tu hermana?, es hora de partir la tarta.-
-Creo que
está en el jardín.-
-Ve a
buscarla y dile que venga.-
-Vale
padre.-
Me fui
camino al jardín y cuando llegué me encontré a Inés y a Carlos muy pegados, no
me lo podía creer, ¡se iban a besar!, pero de repente apareció Blas llamando a
Carlos y se fue, entonces me acerqué corriendo a Inés para decirle que debíamos
ir dentro.
-Inés, es
la hora de la tarta, hay que entrar, y no te libras de contarme todo esto- Le
dije guiñándole un ojo.-
Narrado por
Inés
Carlos se
marchó y apareció María de la nada.
-Inés, es
la hora de la tarta, hay que entrar, y no te libras de contarme todo esto.-
-Vale,
vamos para dentro, pero tú y yo tenemos que hablar seriamente antes de que yo
te cuente nada- Le dije seria.-
Entramos y
todo el mundo puso la vista en nosotras para vernos partir la tarta.
Tras
hacerlo todos continuaron con la fiesta y yo me llevé a María, necesitaba estar
a solas con ella. La llevé a nuestra habitación, me senté en la cama y comencé
a decirle:
-María,
seriamente, ¿qué hay entre tú y Dani?.-
-Nada,
bueno... No se, ¿qué crees?- Me dijo confusa.-
-Creo que
te gusta Dani más de lo que tú piensas y que lo niegas porque sabes que es tu
deber estar con Gonzalo, pero ya no sientes lo mismo que antes por él- Le dije
muy convencida.-
-Ni yo lo
hubiese dicho mejor... Supongo que tienes razón, ¿qué puedo hacer?.-
-Pues...
Como suelen decir haz caso a tu corazón, aunque lo tuyo con Dani sea imposible.
También te en cuenta que en esto del amor nuestra opinión porque lo único que
quieren es casar a sus hijos para ampliar el reino, a ti te emparejaron con
Gonzalo queráis o no queráis, y si como dices ahora te gusta Dani no creo que lo
vayan a permitir... Y tú sabes muy bien el por qué.-
-Lo sé, y
por eso intentaré no enamorarme de el, de sus ojazos azules, de su increíble
sonrisa....-
-¡María!-
La corté.-
-Me
costará, y mucho- Dijo con tono entristecido.-
Terminamos
de hablar y nos dirigimos hacia el salón principal donde estaba la fiesta.
Narrado por
María
Entramos
después de la charla que había tenido con Inés, intentaba sacar una sonrisa
algo creíble.
Como ya
estaba acabando fui a aprovechar el poco tiempo que quedaba para bailar, de repente
veo a Dani que se acerca por un lado y a Gonzalo viniendo por otro, Gonzalo
llegó primero.
-¿Me
concedes este baile?- Me tendió su mano y se la acepte, era mi novio, ¿qué
podía hacer?.-
Miré a Dani
de reojo y estaba triste, me mataba verlo así, ¿qué le pasaría?
Gonzalo me
cogió y nos dirigimos a la pista de baile, ya no veía a Dani, se había ido.
-Muchas
felicidades princesa, siento no habértelo dicho antes.-
-Gracias,
no tiene importancia, ¿dónde estabas?.-
-Pues la
verdad, estaba comprándote esto- Sacó del bolsillo un estuche y me lo dio, lo
abrí y en el interior había un precioso collar de plata con diamantes
incrustados con los nombres de Gonzalo y María grabados, me quedé sin habla-
¿Te gusta?.-
-Me
encanta, pero no tenias por qué comprarme nada, con que estés tú me basta- ¿He
dicho yo eso?
Gonzalo
sonrió y me dio un tierno beso. Cuando nos separamos lo primero que ví fue a
Dani al fondo mirándonos con una mirada asesina, ¿qué le habré hecho?, que yo
sepa nada.
Gonzalo se
despidió porque tenía que irse, cuando se marchó me fui con Inés y los chicos.
Estaban todos, incluido Dani que seguía fulminándome con la mirada.
Me cansé,
le cogí del brazo y me lo llevé, no soportaba que me mirase así. Fuimos a la
terraza en la que estábamos antes y comencé:
-¿Tienes
algún problema conmigo?- Dije furiosa.-
-No, solo
estoy mal, pero no tienes la culpa de nada- Me contestó, entonces ¿por qué me
mira así?.-
-¿Y por qué
me miras así?.-
-Eres la
razón por la que estoy triste, pero no es tu culpa- ¿¡CÓMO!? ¿Triste por mi?.-
-¿Por qué?-
No entendía a este chico.-
-Porque me
has hecho creer que sentías algo por mi y te he visto besándose con otro, pero
no es tu culpa porque soy yo el que se ha hecho ilusiones. Así que te dejaré
con tu novio en paz- Cuando me dijo eso no pude evitar soltar una lágrima-
¿Estás bien?- No le contesté, creo que era hora de decirle toda la verdad.-
-No Dani,
no estoy bien, cuando te conocí digamos que las cosas en mi cabeza se empezaron
a liar sobra lo que sentía, sí, siento algo por ti, y por Gonzalo... Ya no
siento lo mismo- No tenía fuerzas y comencé a llorar, estaba confusa.-
Me dirigí
hacia la barandilla, no podía mirarle. Se acercó a mi y me agarró de la cintura
pegándose a mi.
-No llores
por favor, siento todo esto, te quiero- Me dijo dulcemente al oído.-
Me giré
para mirarle y me quedé frente a él.
-Lo mejor
que me podría haber pasado es conocerte, pero necesito tiempo para pensar,
puede que termine mi relación con Gonzalo aunque sé que aunque lo haga lo
nuestro será imposible- No aguanto más todo esto, estaba fatal.-
Decidí
dejar de hablar, porque este es un tema que de verdad me pone mal, entonces
sucedió algo que no me esperaba, Dani me besó, un beso corto pero intenso.
Le miré y
sin creer lo que acaba de ocurrir me volví para a dentro, él me siguió y
volvimos con los demás y desde ahí no volvimos a mirarnos.
Narrado por
Inés
Llegamos
junto al resto y quisimos unirnos a bailar, Gonzalo le pidió un baile a María,
y yo... Me voy, porque yo con los bailes... No es que se me den muy bien.
Me fui con
los chicos y Dani tenía mala cara.
-Dani, ¿qué
te pasa?- No respondió, ví como le lanzaba una mirada fulminante a Gonzalo y
María y me supuse lo que le pasaba.-
El baile
terminó y todos empezaron a irse a casa, nos despedimos de casi todos y ya estábamos
solas, bueno, con Blas, Álvaro, Carlos, David y Dani que no sé qué seguían
haciendo aquí; pero me da igual, siempre y cuando Carlos no se vaya... Inés
despierta de una vez.
Dani y
María no paraban de lanzarse miradas, así que María cogió a Dani del brazo y se
lo llevó, ¿qué iba a decirle?
{...}
Volvieron,
hablaron con nuestro padre y se marcharon.
Era tarde,
estábamos cansadas y decidimos irnos a nuestra alcoba. Allí nos sentamos las
dos en nuestra cama, necesitábamos aclarar esto, ¿cómo se han podido liar tanto
las cosas en una tarde? Notaba que María tenía cara de sentirse culpable.
-¿Qué te
pasa?- Le pregunté.-
Se lo pensó
dos veces antes de responder pero al final soltó.
-He besado
a Dani.-
-¿¡QUÉ!?
Cuenta.-
-Pues eso,
cuando nos hemos ido a hablar, al final... Pasó....-
-Y que se
supone que vas a hacer ahora.-
Se encogió
de hombros. Bueno, veremos lo que vamos a hacer, por ahora las cosas no están
nada claras.
-Creo que
voy a dejarlo con Gonzalo, sé que si sigo con él me estaré engañando a mí
misma- Dijo María.-
En ese
momento oímos unos pasos que se acercaban hacia la puerta.
-¿Qué es
eso de que has besado a un tal Dani y vas a dejar a Gonzalo?- Dijo la persona
antes de aparecer por la puerta, cuando entró, ¡oh, no!.-
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