Capítulo 2

Nos lo estábamos pasando genial y alguien me llamó

-¡Inés!- Miré a mi alrededor y no sabía quién era- Ven un momento por favor- Me giré y era Gonzalo, ¿qué querrá?

Me dirigí hacia él y me llevó al patio para estar los dos solos

-Dime- Le dije.-

-Estoy pensando en hacerle un regalo a María, ¿alguna idea?- Me preguntó, ¿y ahora qué hago? ¿Le ayudo? Sé que a María le ha empezado a gustar el chico ese del grupo, Dani creo que se llamaba y no creo que lo suyo con Gonzalo vaya a más.-

-Pues... No lo sé, ya te averiguaré algo.-

-He pensado que podría regalarle un collar incrustado de diamantes que era de mi madre, ¿le gustará?- Me dijo emocionado.-

-Ya te avisaré- Le hice una sonrisa falsa pero creíble y me fui.-

Narrado por María

Cuando Dani me abrazó sentí algo raro, como un cosquilleo que me recorría la columna de arriba abajo, no lo entendía; no sabía lo que me pasaba. Se me habían quedado grabadas en la cabeza sus palabras:

-Hola guapa, soy Dani, ¡muchas felicidades!- Me dio un abrazo, un beso en la mano y me sonrió.-

-Un placer conocerte, me ha gustado mucho vuestra actuación- También le sonreí.-

Saludé a los demás pero con ellos no pasó nada en especial, todos eran muy simpáticos. Necesitaba pensar un poco y estar sola, así que decidí irme a la terraza a tomar el aire, pensar en Gonzalo, que lo quiero o eso pensaba; ese tal Dani me ha afectado y no entiendo por qué, si nos acabamos de conocer.

Llegué a la terraza, no había nadie, mejor, necesitaba un poco de intimidad para reflexionar.

De repente oí una voz que me llamaba

-¿Estas bien? ¿Qué haces aquí sola? Es tu día, como has dicho solo se cumplen 15 años una vez, tienes que disfrutar- Oh no, era Dani, venía a aclararme las ideas sobre lo que siento y aparece él, ¿qué estoy haciendo?, quiero a Gonzalo, Dani solamente es un guapo caballero, o eso es lo que intento creerme.-

Tengo que contestarle, se ha tomado la molestia de venir a ver que me pasaba, lo ha hecho con buena intención, ¿qué le digo?

-Sí, estoy bien, solo he venido a tomar el aire, gracias por tomarte la molestia de venir, y no te preocupes, que estoy disfrutando de mis 15- Dije como pude y le sonreí con una sonrisa falsa pero era lo único que me salía.-

-No es molestia, ¿te importa si te hago compañía?- Me sonrió.-

Lo que me faltaba, voy a tener que dejar mis pensamientos para consultarlos con la almohada, ¿qué se le va ha hacer?, ¿qué digo?, mis pensamientos son claros, quiero a Gonzalo.

-Claro que puedes quedarte, será un placer- Le sonreí.-

Narrado por Inés

Me dirigí hacia los chicos

-Hola, ¿dónde está María?- Dije, necesitaba hablar con ella.-

-Se acaba de ir hacia la terraza- Me dijo David.-

-Gracias.-

Fui a buscarla, y me la encontré con Dani a solas, ¡genial! Pensé irónica, ¿y ahora que se supone que tengo que hacer? Hablaré con ellas más tarde, no la voy a interrumpir con su “amorcito”.

Decidí ir a dar un paseo por el jardín, no podía estar en la fiesta, había demasiada gente y me agobiaba.

Me paré delante de la fuente y noté como alguien me cogía por la cintura, me giré y era Carlos, tan guapo como siempre digo... Tan... ¿Rubio como siempre?

-¿Qué hace la chica más guapa del palacio aquí sola?- Me preguntó con una sonrisa.-

En ese instante mi corazón se detuvo, ¿yo? ¿La chica más guapa? Imposible.

-Despejarme, pensar...- Le respondí.-

-¿Te inquieta algo?- Vaya, nos conocemos desde hace unas horas y ya me conoce perfectamente.-

-Más o menos, pero ahora no importa.-

-Si hay algo que pueda hacer por ti dímelo, ¿vale?- Me dijo apartándome el pelo de la cara.-

-Vale- Le contesté con una sonrisa.-

Nos quedamos mirándonos a los ojos, los suyos son tan profundos... Me perdía en ellos. Él se me iba acercando poco a poco y yo a él, ¿nos íbamos a besar? Jo, me gusta tanto este chico... Pero sé que lo nuestro es imposible.

Estábamos a tan solo unos centímetros de distancia, sintiendo nuestro aliento hasta que