sábado, 17 de agosto de 2013

Capítulo 4


-¿Qué es eso de que has besado a un tal Dani y vas a dejar a Gonzalo?- Dijo la persona antes de aparecer por la puerta, cuando entró, ¡oh, no!.-

-Em... Nada padre- Dije intentando salvar a María que estaba asustada.-

Pff... Nuestro padre nos ha pillado, ahora sí que se ha liado...

-Cállate Inés, contesta a mi pregunta María- Nos dijo enfadándose.-

-Padre yo...- Intentó decir como pudo.-

Yo observaba sin decir nada, creo que es lo único que puedo hacer.

-Tú nada, te aviso, como me entere de que cortas con Gonzalo las cosas se pondrán muy feas, sus padres y yo estamos arreglando ya las fechas para el compromiso y te advierto que será por una fecha cercana, así que déjate al Dani ese... ¿No será el que canta?- Dijo ya a punto de darle algo del enojo que tenía.-

María al oír lo del compromiso es como que desconectó, le cambió la cara por completo, se había quedado petrificada con la noticia y era como que no escuchaba nada más; le había afectado bastante, así que me entrometí.

-Que va padre, ¿cómo va a ser el que canta? Estuvimos hablando casi toda la tarde, y si hace falta yo... Yo ayudaré a María a prepararse para el compromiso que, ¿cuándo será?- Dije inventándome una historia pero quedó más o menos creíble.-

-Será en tres semanas, ahora a dormir, que descanséis- Nos dio un beso a cada una y se fue.-

María seguía helada, al decirle eso es como si le hubiesen quitado las ganas de hacer cualquier cosa, me mataba verla así.

-María, despierta.-

-¿Ha dicho compromiso? ¿Compromiso? ¿Con Gonzalo? No puedo, después de todo esto no puedo, supongo que se puede aplazar o suspender o puedo evitar que se prepare- Dijo María con esperanza de encontrar una solución.-

Le negué tristemente con la cabeza.

-Por desgracia ya es tarde, os comprometéis en tres semanas,.-

-¿¡Qué!? No, no por favor Inés no puedo- Dijo María soltando algunas lágrimas.-

Se tumbó en la cama y comenzó a llorar, esto le afectaba bastante, no sé como vamos a salir de esta.

Decidí enviarle una carta a Dani para que hablara con María, esto no podía seguir así.

Bueno, ha sido un día muy largo así que me voy a dormir.

Narrado por María

Nos fuimos a nuestra habitación a hablar, le conté a Inés todo lo que había pasado con Dani y justo lo escuchó mi padre, me quedé de piedra con lo que dijo, ¿cómo que compromiso? Yo no sentía lo mismo por Gonzalo, no podía comprometerme, era una injusticia. Empecé a llorar sin parar, llorando y llorando me quedé dormida.

Al día siguiente, al despertarme, no tenía fuerzas para nada, pero si no bajaba se enfadarían, mi padre no puede notar que estoy mal; cogí el primer traje que ví, me lo puse y bajé.

Estaban desayunando.

-Buenos días- Dije intentando disimular.-

-Buenos días- Me respondieron.-

Noté que Inés me estaba haciendo señas para que me diese prisa y así hice. Terminé de desayunar y nos fuimos.

-Dime Inés.-

-Le he mandado una carta a Dani diciéndole que teníais que quedar hoy, dentro de una hora, en el bosque de aquí al lado.-

-¿¡Que has hecho qué!?.-

-María, es por tu bien, necesitáis hablar.-

Fuimos al jardín a dar un paseo y se acercó el consejero real.

-Majestades, fuera hay un plebeyo llamada Carlos que pregunta por usted señorita Inés, ¿le digo que entre?- Nos dijo.-

Inés se quedó paralizada y contesté yo.

-Claro, que pase.-

El consejero fue a buscarle.

-Bueno, si he quedado con Dani voy a prepararme, tú cúbreme.-

Subí a mi habitación, me cambié y salí camino al bosque. Pasaron quince minutos andando y por fin llegué, y ahí estaba Dani, esperándome.

-Tenemos que hablar sobre lo de ayer- Soltó él de golpe.-

-Buenos días lo primero, y sí, tenemos que hablar.-

-Buenos días, estoy nervioso porque Inés me dijo que tienes que contarme una cosa, pero quiero empezar yo pidiéndote perdón por el beso de ayer, tienes novio y no debería haberme entrometido, pero no pude evitarlo.-

-En realidad, no tienes que pedir perdón, el beso me gustó porque lo que siento por ti cada vez va a más, pero eso ya está olvidado; ahora te tengo que decir algo más importante.-

Le conté todo lo que pasó anoche, me puse triste y volví a llorar, esto me superaba.

Dani se acercó y me dio un abrazo haciéndome sentir a salvo, lo quería, y mucho.

-Tendríamos que haber pensado eso antes, soy un simple plebeyo, y no estoy al alcance de una bella dama como tú, pero si de verdad me quieres, nadie nos va a impedir estar juntos, pero necesito saber si me quieres.-

-Te quiero- No lo dudé un segundo, lo quería, lo tenía claro.-

Se acercó y nos volvimos a besar, pero esta vez en el beso había amor, esperanza de seguir juntos.

Nos separamos rápidamente ya que oímos unos ruidos a lo lejos.

Narrado por Inés

María se fue, supongo que ha prepararse. Vino Carlos, ¡qué guapo! Este chico, sin duda me vuelve loca.

-Hola- Me dijo sonriente.-

Miré a mi alrededor y ví a mi padre a lo lejos, por precaución no me puede ver con Carlos, así que le cogí del brazo y nos fuimos a un escondite que solo sabíamos María y yo.

-¿Qué pasa?- Me preguntó.-

-Nada, nada, ¿qué querías?.-

-He visto la carta que le enviaste a Dani, ¿qué ha pasado?.-

-Pues María se compromete con Gonzalo en tres semanas, nada interesante, más bien... Injusto-

-¿¡En serio!?.-

-Sí, y mira que le dije a María que se olvidase de Dani, pero no me hace caso, es que es imposible estar con alguien que no tiene “título” como dice mi padre.-

-¿De verdad crees que es imposible? ¿Nunca has pensado en intentarlo por si las cosas cambian?- Me soltó de repente, ¿a qué se refería?.-

Iba a hablarle, pero me calló la boca con un dulce beso. Ya sé a qué se refería con lo de intentarlo, ¡NO! ¡Esto no puede ser! Pero por mucho que me repita esto una cosa la tengo clara, cada minuto que pasa Carlos me gusta más.

Nos quedamos mirándonos, bajé de mirarle sus preciosos ojos a sus dulces labios, ví como se los mordía, no aguanté más y le besé.

-Te quiero- Me dijo.-

¿Me quiere? No me lo creo. Ahora solamente hay que esperar que no nos descubran.

-Yo también te quiero, pero ten en cuenta que lo nuestro no puede ser, igual que María se compromete ahora ten en cuenta que la siguiente quiera o no quiera soy yo.-

-Lo sé, y no me importa, haré lo imposible por tenerte a mi lado.-

-¡Inés!- Oímos como alguien me llamaba.-

-Carlos tú quédate aquí, ahora volveré para que puedas irte sin problemas, ¿vale?.-

-Vale.-

Me dí media vuelta para irme pero Carlos me agarró del brazo y me besó.

-¡Inés!- Me volvió a llamar.-

Le sonreí a Carlos y me fui, el que me llamaba era mi padre.

-Dime.-

Me acerqué a él.

-¿Dónde está tu hermana?.-

-Estaba cansada y fue a la habitación, ¿por qué?.-

-Esta noche vienen los padres de Gonzalo con Gonzalo a cenar para aclarar unas cosas del compromiso y quiero que esté lista porque llegarán en dos horas.-

Como si no tuviéramos ya bastante... No se como se tomará esto cuando se entere.

En ese momento apareció un guardia del ejército de mi padre.

-Mi señor, ¿usted no buscaba a su hija?- Preguntó.-

-Sí, pero ya Inés me ha dicho que está en su alcoba.-

-Me temo que se equivoca, hace poco la vieron salir camino al bosque.-

¡No! ¡La han visto! ¿Y ahora qué hago?

-N... No puede ser, seguro que es otra persona.-

Mi padre me miró enfadado y se fue a buscarla.

Genial, por lo menos espero que no les encuentren.

Narrado por María

Eran dos hombres del ejército de mi padre, ¡oh, no! ¿Por qué me pasa todo a mi? Dani tenía que irse.

-Dani, escóndete, es el ejército de mi padre, me castigarán sin salir de palacio si me ven contigo y a ti te pueden hacer la vida imposible, me tengo que ir y pase lo que pase no olvides que te quiero.-

-Cuídate, te escribiré, haré lo posible porque estemos juntos no te preocupes, yo también te quiero- Me dio un beso intenso en el que se demostraba que él me quería y yo le quería y fue adentrándose al bosque.-

Yo me fui camino hacia los caballeros de mi padre cogiendo algunas flores que había para poner la escusa de que las estaba recogiendo. Llegaron hasta mí.

-Señorita, su padre desea hablar con usted y me ordenó salir a buscarla- Me dieron mi caballo para que me subiera y fuimos camino a palacio.-

Al llegar mi padre me estaba esperando muy impaciente y me quedé de piedra con lo que me dijo, ¿por qué me pasa todo esto? ¿Por qué no puedo estar con el hombre al que quiero? Pero Dani me dijo que haría lo posible por estar conmigo, así que aguantaré por él. Tenía que preparar todo para esta noche, observé como Inés me llamaba así que me acerque.

-¿Si te digo una cosa te enfadas?- Me preguntó con voz inocente.-

-¿Qué has hecho?.-

-¿Yo? Nada, solo que tenemos a Carlos en nuestro escondite y ¿qué ha pasado con Dani?.-

-Jaja, mientras no lo pillen estará a salvo, pero vamos a buscarle que no podrá quedarse ahí mucho tiempo.-

Nos dirigimos al escondite y allí estaba él.

Narrado por Inés

-¿Y bien?- Le preguntó Carlos a María.-

-Pues... Digamos que Dani y yo hemos comenzado a salir- Dijo emocionada.-

-¿Qué? ¿Y ahora me entero? ¿Qué clase de comunicación entre hermanas es esta?- Dije haciéndome la ofendida.-

Se rieron. Los tres salimos del escondite, nos despedimos de Carlos y estábamos dispuestas a dar un paseo cuando se nos acerca un guardia.

-Por órdenes de vuestro padre que subáis a arreglaros, los invitados ya están aquí- Y se fue.-

Así hicimos, fuimos a la habitación, nos pusimos los primeros trajes que vimos, bajamos y allí estaban los tres; Gonzalo, su madre y su padre.

Les saludé y se marcharon dejándonos a María y a mí con Gonzalo. María y yo no parábamos de lanzarnos miradas, Gonzalo me hizo un gesto para que les dejara solos, y después de pensármelo varias veces lo hice, después de todo no tenía otra opción.

Salí a la terraza un rato y alguien me sorprendió por detrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario