Narrado por
María
-Está bien
Dani, te lo cuento, durante el paseo nos encontramos con Antonio, un antiguo
amigo y exnovio de Inés y es el que se va a comprometer con ella, y claro, Inés
está confusa aunque yo sé que quiere a Carlos- Le conté a Dani.-
Me abrazó y
en ese momento salió Carlos con lágrimas en la cara y fui corriendo a
abrazarle.
-¿Qué ha
pasado dentro?- Pregunté preocupada.-
-Sigue
sintiendo algo por Antonio- Dijo Carlos llorando aún más.- Miré a Dani triste.
-Carlos
escúchame, yo sé que Inés te quiere a ti, solo está confusa, déjale pensar,
descansa y mañana verás como todo se arregla.-
-Tranquilo
tío, Inés te quiere- Le animó Dani.-
Carlos nos
abrazó y se fue a dormir.
-Si mañana
no se arregla tendremos que hacer algo- Le dije a Dani sentándome y él a mi
lado.-
-Se
arreglará- Me besó.-
Me levanté.
-Buenas
noches feo- Le dije sonriendo.-
-Buenas
noches preciosa- Dijo levantándose.-
-Eres mi
feo- Sonreí.-
-Eres mi
preciosa- Dijo y nos reímos de lo mal que quedaba.-
Fuimos a la
habitación cogidos de la mano, me tumbé en mi cama y me arropó como a los niños
pequeños y me besó.
-Te
quiero.-
-Te amo.-
Y se fue.
{...}
A la mañana
siguiente me levanté y salí al comedor, Inés y Carlos estaban despiertos en el
sillón, nadie hablaba, había mucha tensión.
-Buenos
días, ¿dónde está Dani?.-
-Está
durmiendo- Dijo Carlos seco.-
-Buenos
días- Dijo Inés aún con ese tono triste.-
-Voy a
despertarlo- Dije yéndome.-
Entré y
parecía un angelito durmiendo, me senté en su cama y le susurré al oído:
-Buenos
días feo, nos esperan en el salón, la mañana está tensa.-
Abrió los
ojos, sonrió y me dio un beso.
-Vamos si
no queremos que se maten.-
Salimos al
salón.
Narrado por
Inés
Desperté y
al salir estaba Carlos, nos miramos pero ninguno dijo nada. Desayuné y me senté
en el sillón, Carlos me imitó y se sentó a mi lado, pero los dos seguimos sin
pronunciar una palabra, se supone que es mi novio y no sé de que hablar con él.
Esta noche apenas he dormido pensando en Carlos, me siento fatal, le quiero y
me quiere pero... Tal y como estamos ahora las cosas no van bien.
María se
levantó y vino, se fue a levantar al vago de Dani y al cabo de poco aparecieron..
-Buenos
días- Dijo Dani frotándose los ojos.-
-Hola- Dije
cruzada de brazos.-
-¿Qué tal?-
Preguntó Dani metiendo la pata, Carlos y yo le miramos con mala cara- Vale,
vale, no me matéis.-
Se sentaron
junto a nosotros y seguimos sin decir nada, estaba incómoda, así que me fui del
salón a dar un paseo.
Estaba
nublado.
Me adentré
en el bosque y comenzó a llover pero no me importó, me senté apoyando mi
espalda en un árbol y me quedé pensando, no tenía previsto volver a casa hasta
bien entrada la noche.
Cada vez
estaba lloviendo más, pero eso no me detenía. Escuché unos pasos que se
acercaban, ¿quién sería? Me levanté y me alejé, quería estar sola.
-¡¡¡Espera!!!-
Me gritó aquella persona, no pude reconocer la voz, pero me sonaba.-
Salí
corriendo, necesitaba estar sola un rato, me adentré tanto al bosque que me
perdí, no sabía por donde ir; los pasos se seguían acercando cada vez más y
más.
Corrí como
pude y me escondí, me daba igual quien fuera esa persona, esperé y ya no se oía
nada fuera así que salí, pero seguía estando en mitad del bosque y aún
lloviendo.
-Estás
aquí- Dijo la voz, me giré y era Carlos.-
No quiero
ver a nadie ahora, ¿qué hace aquí? ¿Por qué me ha seguido? Si en casa no me ha
dicho ni una palabra.
Narrado por
María
Nos
sentamos con ellos e Inés se fue a la calle. Tenían que hablar ella y Carlos
cuanto antes.
-Carlos,
tienes que hablar con ella, soluciona esto, si la quieres se te ocurrirá algo
para que deje de estar confusa y que tenga claro que te quiere a ti- Dije cogiéndole
de la mano.-
-No, yo no
soy nadie para hacerle cambiar de opinión, ¿Qué quiere casarse con Antonio? Pues
que se case, yo intentaré ser feliz con Alba- Dijo Carlos cabreado.-
-Carlos no
digas estupideces, todos sabemos que estás enamorado profundamente de Inés,
cada vez que estábamos lejos de ellas me repetías una y otra vez cuanto la
echabas de menos, así que ahora no me vengas diciendo que ella haga lo que
quiera porque sabes que tú no quieres eso- Le dijo Dani, menudas palabras, a
Carlos le cambió por completo la cara.-
-Vale, y si
es así ¿qué? Si ella no me ama no va a pasar nada.-
-Ella sí te
ama, si no lo hiciera no se hubiese escapado para estar contigo- Carlos se llevó
las manos a la cabeza.-
-Tenéis razón,
he sido un idiota, ¿la sigo? Pero, ¿y si no quiere hablarme?.-
-Inténtalo
y no aceptes un no por respuesta.-
-Vale, allá
voy- Se levantó y se fue corriendo a buscar a Inés.-
Nos
quedamos Dani y yo solos, no sabíamos qué decir.
-¿Desayunamos?-
Dijimos a la vez.-
Nos reímos
y nos levantamos.
-Tú quieta
ahí, yo preparo el desayuno princesa- Dijo con una sonrisa.-
-De eso
nada, lo preparo yo.-
-No, yo o
si no me enfado- Dijo con voz de niño pequeño y haciendo pucheros.-
-Está bien-
Dije riéndome, le besé y me volví a sentar.-
-¿Qué va a
tomar la señora? Perdón, ¿señorita?- Dijo haciéndose el educado y le seguí el
rollo.-
-Un vaso de
leche y crêpes con chocolate.-
-Mmm... ¿Y
cómo se hace eso?- Dijo Dani mirando al suelo.-
Empecé a reírme
y él se sonrojaba cada vez más, me levanté, lo abracé y le besé.
-Pues que
sean tostadas mejor.-
Dani
siempre me sacaba una sonrisa con tonterías o simplemente por ser él mismo, por
eso me gustaba tanto.
-Marchando-
Dijo sonriente y se fue a la cocina.-
Desayunamos
y al terminar me bañé y me arreglé, Dani después de mi. No sabíamos que hacer,
no parábamos de pensar en Inés y Carlos, todavía no habían vuelto, ¿habría
conseguido hablar con ella y volver a estar bien? Pasó el tiempo y no venían,
así que fuimos a buscarlos.
Narrado por
Inés
Carlos y yo
estábamos cara a cara, mirándonos a los ojos, se acercó y me quitó un mechón de
pelo mojado de mi cara y se acercó lentamente a mi, estábamos tan solo a unos
centímetros de nuestros labios, respirando el aire del otro; se acercó y rompió
la poco distancia que quedaba entre nosotros, al principio no seguí el beso,
pero después nuestras lenguas peleaban por tomar el control y acabó en empate. Me
separé por falta de aire.
-Carlos-
Suspiré- ¿Qué quieres?.-
-Quiero
hablar contigo, pero está lloviendo mucho, ¿vamos a algún refugio?.-
-¿No te
gusta la lluvia?- Dije riendo.-
-Bueno, no
me desagrada.-
-Ahora en
serio, ¿qué quieres?.-
-¿Tú me
quieres?- Dijo directo, pues claro que le quiero, lo amo, ese chico es el que
me hace feliz cada día, es más, estoy aquí por él, porque quiero estar a su
lado y no separarme ni un segundo, solamente quiero estar entre sus brazos sin
preocupación alguna.-
-Claro que
si, eres mi novio y lo más importante que tengo en esta vida sin contar a la
tonti de mi hermana; quererte no, lo siguiente- Dije pasando mis brazos alrededor
de su cuello y él me cogió de la cintura.-
-¿Y por qué
tienes dudas con Antonio?.-
-No es que
sean dudas, son amores distintos, por mucho que me case con él yo solo quiero
estar contigo- Le besé suave y dulcemente, lo que dije es verdad, le quería y
mucho, y no tengo dudas; pero al ver a Antonio de nuevo, no se si se despertó
algo del pasado, pero no creo que eso me impida ser feliz con Carlos.-
Seguía
lloviendo y parecía que no iba a parar, Carlos y yo nos miramos, nos cogimos de
la mano y fuimos caminando por el bosque sin rumbo ya que ninguno sabía como
volver.
Comenzó a
hacer frío y nos metimos en una cueva que había cerca, llegamos, nos sentamos y
comenzamos a reírnos sin sentido alguno. Tenía frío así que me encogí un poco,
Carlos lo notó y me abrazó fuerte, pus mi cabeza sobre su pecho y pude oír los
latidos de su corazón, iban muy acelerados; él notó que lo sentía:
-Mi corazón
va así de rápido cada vez que estoy contigo- Alcé un poco la cabeza para
mirarle pero sin separarme de su pecho y le sonreí.
Comenzó a
acariciarme la cara y me puso la carne de gallina, lo quería tanto...
Me incorporé
y le besé, podía sentir su calor, demasiado. Nos fuimos recostando y yo quedé
encima de él, nos separamos para coger aire, sonreímos y volvimos al beso, se
estaba genial, el fría inmediatamente se convirtió en calor.
Carlos se
separó, se giró, se colocó encima de mí y comenzó a besarme apasionadamente,
como si no hubiera un mañana. De mis labios bajó lentamente a mi cuello y
comenzó a besarlo cuidadosamente, se dirigió a mi oído y me dijo:
-Serás mía
pequeña, no permitiré que te separes de mi, te amo- Me susurró y la verdad me
agradó oír eso.-
-No me
separaré de ti, te amo- Le susurré a oído.-
Siguió besándome
poco a poco, me encantaba, este chico sin duda es lo mejor que me ha pasado en
la vida.
-¡¡¡Inés!!!-
Gritaron desde afuera.-
-¡¡¡Carlos!!!-
Gritó otra persona- ¿Dónde estáis?.-
¿Quién sería
ahora?
No hay comentarios:
Publicar un comentario