Narrado por
María
Las
palabras de Dani hicieron que me diese cuenta que él no es el único de los dos que necesita estar
con el otro, que me quiere. Pero cuando me cogió del traje pasé mucho miedo, parecía
que me iba a pegar, menos mal que Inés se quitó el casco y ya se dieron cuenta
de que éramos nosotras, Inés abrió la puerta y fui hacia Dani. Me pasó las
manos por la cintura mientras yo le quitaba las lágrimas.
-No llores
por mi por favor, saldremos de aquí, nadie podrá con nosotros- Dije como pude.-
La
respuesta de Dani a eso fue que se abalanzó a besarme, sin duda el mejor beso;
le mordí el labio, él sonrió y nos separamos.
-Gracias
por venir, necesitaba verte, no puedo vivir sin ti.-
Esas
palabras me llegaron al corazón, daría mi vida por él.
-¿Cómo iba
a dejarte aquí si yo tampoco puedo vivir sin ti?, hay que pensar algo para
sacaron de aquí rápido, pero sin que nos pillen esta vez.-
-Eso va a
ser difícil, pero lo conseguiremos, ¿hay muchos guardias o es como la otra vez?-
Preguntó Carlos abrazado a Inés.-
Narrado por
Inés
-Inés,
tienes que irte, no quiero que estés aquí, solo quería saber como estabas no
que vinieras- Me dijo Carlos frío, se notaba el dolor en sus ojos.-
-¿Por?-
Pregunté extrañada.-
-Porque si
te descubren y te pasa algo por mi culpa jamás me lo perdonaría.-
-Ya, pero
si yo estoy ahí arriba sabiendo que estás tú aquí abajo mal, jamás me lo
perdonaría; además si me pillan, que me pillen, no voy a traicionarme ni a mi
ni a lo que siento solo por mi padre-
Tras
decirle eso Carlos se abalanzó sobre mi y me comió la boca de un beso, me
gustaba, y mucho. Le pasé la mano suavemente por el pelo y eso le excitó y no
pude evitar reírme.-
Oímos como
hablaban Dani y María, intentaban saber como salir de este lugar.
-Eso va a
ser difícil, pero lo conseguiremos, ¿hay muchos guardias o son como la otra
vez?- Se entrometió Carlos.-
-Pues
son... Como el doble que antes, ¡bah! Poco- Dije dándole poca importancia al
asunto.-
-Pues sí
que está difícil la cosa- Dijo Dani mirando a María.-
-¡¡¡Guardias!!!-
Se oyó arriba, creo que es mi padre.-
María y yo
salimos rápido de la celda y nos pusimos los cascos de nuevo para que no nos
pillara. Bajó y nos pusimos pegadas a la puerta de la celda mirando a mi padre
y yo tenía las manos a la espalda, note como Carlos me las cogió y no pude
evitar soltar una leve sonrisa.
-Estáis aquí,
bien, yo ahora tengo que ir a aclarar una cosa de las bodas de Inés y María que
serán el mismo día, en fin, que le he enviado una carta a los familiares de los
chicos para que sepan que están otra vez aquí y tenéis que negociar con ellos
si salen o no- Explicó mi padre, ¿les va a sacar? ¡Bien! Espera, ¿qué clase de
negociaciones?.-
-¿Nos vas a
sacar?- Preguntó Dani emocionado.-
-Eso
depende de vuestros amiguitos, si pagan 10.000 linares os sacamos, pero
estaréis vigilados día y noche y no tendréis que casaros- Comenzó a decir, pero
¿boda? ¿He oído bien?- Y si no pagan os quedaréis aquí hasta que os caséis, que
como veo que os gustan tanto las chicas con dinero, he acordado un enlace a uno
de vosotros con la hija de un buen amigo mío.-
Me vine
abajo, no podía más, ¿tanto se pueden complicar las cosas? ¿Por qué no acaba
esto de una vez y puedo vivir tranquila con Carlos?
Carlos me
apretó la mano ya que la tenía cogida, le miré y él me sonrió negando con la
cabeza.
-Pero usted
se equivoca, no nos gustan “las chicas con dinero” o como quiera llamarlo, a mi
me gusta Inés, y por mucho que me comprometa no va a cambiar eso- Dijo Carlos
intentando hacerle cambiar de opinión pero fue inútil.-
Mi padre le
lanzó una mirada asesina.
-Lo siento
chico, pero otra no hay, a mis hijas no os acercáis- Y se fue.-
Al irse se
encontró con Jessica, David y Paula que rápidamente se acercaron a nosotras.
Narrado por
María
Esto ya es
demasiado, ¿quién es mi padre para comprometer a Dani y Carlos? No se va a
salir con la suya. Entraron David, Jessica y Paula.
-Hola
chicos- Dije quitándome el casco y con voz desanimada.-
-¿Qué hacéis
aquí?- Preguntó Jessica.-
-Pues
liberarlos e intentar averiguar como sacarlos de aquí-
-Creo que
tengo una idea- Dice Dani.-
-¿Cuál?-
Preguntó Carlos.-
-¿Tu padre
tiene guardias aquí y en el palacio de Gonzalo?.-
-En los
palacios que no son suyos no puede tener guardias- Dije confusa.-
-Perfecto, un
día os vais tú e Inés al palacio de Gonzalo inventándote una escusa, se que iréis
acompañadas pero al llegar no, nosotros estaremos esperándoos allí y será más fácil
escapar ya que no os vigilarán, y nos iremos lejos, no como la otra vez- Dice
Dani sonriendo.-
-Es
perfecto Dani, esperemos que funcione- Dice Paula.-
-¿Qué día
lo hacemos?- Pregunté.-
-Cuanto
antes- Dijo Carlos.-
Narrado por
Inés
La idea de
Dani era buena, pero hay algo que no me cuadra, ¿cómo van a salir de aquí sin
pagar la deuda de mi padre? Nos van a pillar, Carlos ve que tengo mala cara.
-¿Qué te
pasa? ¿No te gusta el plan?- Me preguntó preocupado y me abrazó.-
-No, sí que
me gusta solo que ¿cómo saldréis de aquí sin pagar la deuda? No os lo permitirán-
Dije deprimida.-
-Ahí Inés
tiene razón- Dijo David- Pero, ¿qué deuda?.-
-Su padre
dice que o pagáis 10.000 linares y nos sacan o nos quedamos aquí hasta que uno
de los dos se case con no se quién, porque piensan que estamos con Inés y María
por el dinero- Explicó Dani.-
-Lo siento
pero... No tenemos tanto dinero, ¿cuánto tiempo tenéis?- Comentó Jessica
intentando que se le ocurriera algo.-
-Pues... No
sé...- Dije pero me interrumpió mi padre.-
-Bien,
estáis aquí, ¿y qué hacéis así vestidas? Bueno da igual, tú, como te llames,
Carlos ven aquí- Dijo cogiéndole del brazo- Me lo llevo, joven, tú te quedas
aquí y ahora en vez de 10.000 son 5.000 ya que a Carlos quieren conocerle.-
Me quedé
paralizada, ¿se lo llevan a ver a quién? ¿Tan rápido han aceptado casarse con él?
-Inés, María,
cambiarse que os venís con nosotros- ¿Por qué? Si esto es una broma no tiene
gracia, aunque no me extraña que esto sea un castigo por lo que pasó- Anda,
irse a casa, incluido tú Dani, y que no os vuelva a ver por aquí, y Dani, olvídate
de tu boda, solo quieren a Carlos, que se casará el mismo día que Inés y María,
ahora vamos.-
Nos
cambiamos y subimos al carruaje, fuimos en dirección al castillo de la que se
supone que se casa con Carlos, en todo el camino no se oyó ni una palabra,
estaba ese silencio incómodo. Carlos y yo no parábamos de mirarnos, en sus ojos
se notaba que había preocupación.
{...}
Por fin
llegamos, y este castillo me resulta muy familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario