Narrado por
Inés
Por fin
llegamos, y este castillo me resulta muy familiar.
Entramos al
salón principal donde nos sentaron en una mesa llena de comida, supongo que será
para negociar esto de la boda mientras comemos algo, pero aún así, no entiendo
que pintamos María y yo aquí.
-¡Oh! ¡Por
fin llegasteis!- Era el rey, supongo que el padre de la chica que se casará con
Carlos.-
-Buenas
tardes- Dijo Carlos.-
-Con que
este es el chico...- Lo examinó de arriba abajo- No está mal.-
¿No está
mal? ¿No está mal? Carlos es perfecto, ¿vale? No aguanto más esta situación, no
paraba de mover las piernas de los nervios, yo estaba sentada entre Carlos y mi
padre, y Carlos, al ver que estaba nerviosa me cogió de la mano por debajo de
la mesa para que no nos vieran. No sé por qué pero me calmaba, saber que está
ahí me tranquiliza y hace que me sienta segura. En ese instante apareció “la
futura esposa de Carlos”, ¡no puede ser! ¡Es Alba! ¿Por qué ella? ¿La persona
que peor me cae? Lo siento mucho por Carlos.
La verdad
es que antes no odiaba tanto a Alba, la cosa fue que en el pasado ella, María y
yo éramos buenísimas amigas hasta que María comenzó a salir con Gonzalo, ¿por
qué? Porque a Alba siempre le ha gustado Gonzalo, y desde ese momento siempre
nos ha odiado, pero ¿por qué? A María lo entiendo, pero ¿y a mí? Le encanta
hacerme la vida imposible, y si descubre que me gusta... que estoy enamorada de
Carlos se casará con él solo por fastidiar, la conozco demasiado bien.
-¡Hola! Soy
Alba, un placer veros a CASI todos- Le lancé una mirada fulminante.-
Narrado por
María
No lo puedo
creer, ¿¡Alba!? Nos odia a muerte, y eso que Inés no tiene nada de culpa, la
que salió y se compromete con Gonzalo, el chico que le gustaba soy yo no ella,
pero la ha tomado con Inés incluso más que conmigo, si se entera de que Carlos
está enamorado de Inés y viceversa se liarán mucho las cosas.
-Hola, que
alegría volver a verte- Dije irónica.-
-Hola. Dijo
Carlos desanimado.-
-Buenas,
cuanto tiempo, ¿no?- Dijo Inés también irónica.-
-Querida,
siéntate y charlemos sobre vuestro compromiso- Dijo el padre de Alba señalándole
asiento.-
-¿Este es
el chico del que tanto me hablas padre?- Dijo Alba tomando asiento.-
No, si te
parece es mi padre...
-Sí, es él,
¿qué te parece?- Dijo mi padre metiéndose en la conversación.-
-No está
mal, es bello y bastante caballeroso, ¿qué edad tiene?.-
-Tengo 17-
Dijo Carlos.-
Me daba
pena todo esto, pobre Carlos y pobre Inés, quiero hacer algo, pero no se me
ocurre nada.
-¿Y esta
ocurrencia de comprometerse ahora a qué viene?- Dije.-
-Cierto,
porque una dama de alta clase como vos no le interesa nada comprometerse con un
chico como yo que no poseo nada- Dijo Carlos intentando convencer de que el
compromiso no merecía la pena.-
-Muchacho,
nadie te ha pedido opinión, mantente callado- Dijo mi padre muy serio.-
-¿Podéis
dejarnos solos?- Dijo el padre de Alba dirigiéndose a Carlos, Alba, Inés y yo.-
-Por supuesto
padre- Dijo Alba a la vez que nos levantábamos.-
Mientras
nuestros padres hablaban.
Narrado por
Inés
¡No! ¡A
solas con Alba no!
-No me lo
puedo creer, ¿y mi padre quiere que me case contigo? Eres mono pero paso, le
diré a mi padre que no quiero casarme con un muerto de hambre como tú- Dijo
Alba mirando con mala cara a Carlos.-
¿Hola?
¿Oigo bien? ¿¡Carlos no se casa!? Estaba saltando de alegría por dentro y no me
extraña que se me haya escapado alguna sonrisa.
-Ahora
vuelvo- Alba se fue.-
Cuando se
marchó Carlos y yo nos miramos, nos reímos y nos dimos un beso, no podíamos
creerlo.
Le abracé,
me encantan sus abrazos, son tan tiernos.
En ese
momento...
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