domingo, 27 de octubre de 2013

Capítulo 20


Caminé y caminé, al doblar una esquina del pasillo vi algo que prefería no haber visto, Antonio estaba secuestrando a María, ¿pero cómo? ¿Por qué? ¿Ella qué le ha hecho? Dejé mis preguntas a parte y decidí seguirles para saber a dónde la llevaba.

Bajamos hasta el sótano, nadie bajaba por aquí, era como una zona abandonada de palacio, ¿por qué la trae aquí? Abre la puerta de golpe y empuja a María tirándola al suelo. Me escondo un poco para que no me vean y poder escuchar todo.

-Bien, por ahora te quedarás aquí- Dijo Antonio.-

-Antonio, ¿por qué? ¿Por qué me haces esto?- Dijo María ya llorando, no me puedo creer lo que veo.-

-Bonita, no eres la única, ¿cómo crees que Inés se cayó por las escaleras?- ¿Ha sido él? Espera... No puedo creerlo.-

-¿Fuiste tú? ¿Pero cómo pudiste?.-

-Fue fácil ya que andaba medio dormida- Sonrió malévolamente.-

-Pues que sepas que se ha recuperado y yo misma me voy a encargar de que sepa la clase de persona que tiene al lado.-

-No, no lo harás porque te quedas aquí- No dejó que María respondiera y se fue.-

-¡Antonio! ¡Antonio joder, sácame de aquí!.-

Salí corriendo de ahí, ¿qué acaba de pasar? ¿Mi mejor amigo ha encerrado a mi hermana y ha intentado matarme? Tengo que contarle esto a alguien y que me ayude. Fui corriendo.

-¡Carlos!- Dije corriendo hacia él.-

-Inés, antes de nada deja que te explique, yo...- Le interrumpí.-

-Tú nada, ya hablaremos de eso en otro momento, ahora hay cosas más importantes.-

-¿Qué pasa?- Preguntó preocupado.-

-Pues resulta que Antonio...- A Carlos le cambió la cara- No es lo que piensas, es que Antonio ha rap...- Me interrumpieron.-

-¡Carlos!- Sonó la voz chillona de Alba, suspiré.-

-¿Qué quieres Alba?- Dijo Carlos resoplando.-

-Ven aquí querido, tenemos mil cosas que hacer, así que deja de estar con estúpidas y vente con la gente que de verdad vale la pena- Se lo llevó, maldita Alba.-

Ahora tengo que encontrar a... ¡Dani!

El sí que me ayudará. Fui camino al escondite, siempre va allí para que no le pillen, pero Antonio se cruzó en mi camino.

-Hola guapa.-

-Ho... Hola- Tenía que sonar tranquila, pero tenía mucho miedo.-

-Tengo que decirte una cosa- Dijo acercándose a mi.-

-¿Qué... Qué pasa?.-

-No quiero que vuelvas a hacer lo que hiciste- ¿Qué hice? Puse cara de no entender- No te hagas la tonta mi amor- Puso un mechón de mi pelo tras mi oreja- Se de sobra que me viste en el sótano con María- ¿Cómo lo sabía? Tragué saliva- No lo volverás a hacer, ¿verdad?- Negué con la cabeza- No se lo dirás a nadie, ¿verdad?- Volví a negar- Bien, pero no me puedo fiar, así que no quiero arriesgarme.-

-¿Qué? ¡No!- Intenté huir pero me retuvo y me cogió en brazos.-

-Esto es solo un aviso de lo que te puede llegar a pasar- Me llevó hasta mi cuarto, ¿qué iba a hacer? Por favor, que no sea lo que pienso. Él se puso encima de mi.

-Esto es lo que te pasa por meterte en asuntos que no te incumben.-

Se abalanzó sobre mi y comenzó a besarme, pero no era como los besos que me daba cuando éramos pequeños, este era salvaje. Obviamente no lo seguí y al parecer eso no le gustó.

-Escúchame, esto te lo has ganado tú, así que no me vengas así.-

Volvió a besarme e intenté separarme como pude, pasó sus manos por mi cintura y las subió hasta el cierre de mi vestido, no, no y no.

-¡Para!- Dije a punto de llorar.-

-¡Cállate! Vas a hacer lo que yo quiera.-

Siguió a lo suyo sin importarle nada, comencé a moverme sin parar tratando de huir pero él me apretaba más fuerte. Bajaba lentamente el cierre de mi vestido mientras las lágrimas caían desconsoladamente por mis mejillas.

-Amor, no llores, disfrutaremos los dos.-

Eso me hizo llorar más aún, no quería, Antonio ha cambiado bastante y no esperaba que él, mi mejor amigo, me hiciera una cosa así.

Bajó sus besos hacia mi cuello, como detesto esto, cada vez bajaba más mi vestido y yo estaba inmovilizada. Siguió a lo suyo hasta que la puerta se abrió.

-Inés, tenemos que... ¿Qué coño haces gilipollas?- Era Carlos, menos mal, no podía aguantar así.-

Carlos quitó a Antonio de encima de mi de un empujón haciendo que caiga al suelo, este se levanta y le da un puñetazo a Carlos en toda la cara originando una pelea. Yo no podía dejar de llorar, estaba en shock. Cuando quise darme cuenta Antonio estaba tumbado en el suelo inconsciente y Carlos viniendo hacia mi.

Salté hacia él y le abracé, le abracé fuerte y él me lo devolvió, en sus brazos me sentía a salvo, seguí llorando en su hombro mientras él me abrazaba acariciándome la cabeza.

-Ya pasó mi amor, estoy aquí y no te dejaré sola, tranquila- Me susurró al oído, me tranquilizó un poco, pero aún seguía con el miedo metido en el cuerpo- Ven, vamos- Aún abrazándome salimos de la habitación hacia mi escondite, en estos momentos no quería que nadie me viera.-

Llegamos allí y me senté en el suelo apoyando mi espalda sobre la pared, Carlos se sentó a mi lado y me miró, allí también estaba Dani y se sentó a mi otro lado.

-Sé... Sé que ahora no te apetece hablar- Me quitó una lágrima- Pero me vas a tener que explicar que es lo que ha pasado ahí arriba.-

-Es... Es una larga historia- Dije agachando la cabeza, Dani me la levantó para que le mirara.-

-Tenemos tiempo.-

-Está bien, estaba buscando a Alba y veo a Antonio que se está llevando a María, pero llevando de con un pañuelo en la boca y eso, les sigo y la lleva al sótano para dejarla ahí encerrada y escuché lo que hablaban, Antonio dijo que él me tiró por las escaleras y encerró a María ahí abajo. Salí corriendo de ahí buscando a alguien y encontré a Carlos, intenté decírselo pero llegó Alba y se llevó a Antonio, entonces te busqué a ti Dani, y Antonio apareció, me cargó y me llevó a mi habitación. Cuando llegamos allí, pues..- Hice una pausa, esto me dolía demasiado- Pues allí intentó forzarme pero por suerte apareció Carlos y Antonio cayó inconsciente en una pelea. Y eso ha sido todo- Las lágrimas caían sin control por mis mejillas.-

-¿Estás diciendo que Antonio ha encerrado a María en el sótano?- Empezó Dani.-

-¿Y te ha tirado por las escaleras?- Terminó Carlos.-

Asentí débilmente.

-Este se va a enterar- Se levantó Dani y se fue.-

-¡No Dani!- Gritó Carlos pero no sirvió de nada.-

-Por favor, quédate aquí conmigo, no me dejes sola.-

-No me moveré de aquí- Me sonrió.-

Nos quedamos mirándonos a los ojos un tiempo y nos acercamos lentamente hasta juntar nuestros labios. Hace cuanto tiempo que no los probaba, sabían mejor de lo que recordaba. El beso sabía a amor y anhelo, pero sobre todo amor, el que uno sentía por el otro. Nos separamos.

-Sé que no es el mejor momento, pero lo de Alba...- Le puse el dedo en la boca impidiéndole continuar.-

-No digas nada, ya me lo han explicado- Nos acercamos y nos besamos de nuevo.-

-Te amo- Me sonrió.-

-Te amo- Le contesté sonriendo.-

-¿Eso ha sido una sonrisa? ¿Ha sido una de tus preciosas sonrisas?- No pude evitar reírme, es el único que me hace reír en un momento así- Así me gusta, que no se te borre.-

-Tonto- Me reí y le besé.-

Narrado por María

Maldito Antonio, esto no se quedará así, y mucho menos se casará con Inés para que la tire otra vez por las escaleras. Tenía las piernas aún adoloridas por los cortes de los cristales, pero no es nada, se me pasará pronto. Estoy tumbada en el suelo, casi no me puedo mover, me encuentro demasiado cansada y cierro los ojos. Oigo pasos acercarse pero no merece la pena ver quién es, la puerta se abre y los pasos se acercan a donde yo estaba. Me acariciaba lentamente el pelo, estaba claro que no era Antonio, abrí con esfuerzo un poco los ojos, cuando se me aclaró la vista lo ví, ví al chico que amo, al que me saca las sonrisas, lo ví a él, a Dani.

-Dani...- Dije débilmente, no tengo fuerzas ni para hablar.-

-Calla, no hagas esfuerzos innecesarios.-

Volví a cerrar los ojos pero algo me lo impide.

-¿Qué narices haces aquí?.-

-¿Por qué tienes a María encerrada?.-

-Eso no es asunto tuyo, ahora largo si no quieres que te metan preso, o peor, te maten.-

-Prefiero morir a dejarla a solas contigo después de lo que casi le haces a Inés.-

-¿Ya lo sabe todo palacio? ¿La niñata esa no se puede callar una o qué?- Dani se levanta.-

-La “niñata” esa que dices es mi mejor amiga, y no permitiré que hables así de ella y mucho menos que hagas lo que hiciste.-

Cerré los ojos, no podía ver más.

Narrado por Antonio

Me desperté con un dolor de cabeza terrible. Carlos se había llevado a Inés, pero no podrán huir por mucho tiempo. Creo que será mejor ir a ver a María por si Inés se va de la lengua y dice dónde se encuentra.

Al llegar estaba ahí, ese tal Dani junto a ella, no saldrá de aquí, al menos con vida.

-¿Qué narices haces aquí?.-

-¿Por qué tienes a María encerrada?.-

-Eso no es asunto tuyo, ahora largo si no quieres que te metan preso, o peor, te maten.-

-Prefiero morir a dejarla a solas contigo después de lo que casi le haces a Inés.-

-¿Ya lo sabe todo palacio? ¿La niñata esa no se puede callar una o qué?- Dani se levanta.-

-La “niñata” esa que dices es mi mejor amiga, y no permitiré que hables así de ella y mucho menos que hagas lo que hiciste.-

Me abalancé sobre él y comencé a pegarle, el hizo lo mismo conmigo. Me hizo una llave extraña y me tumbó cayendo él sobre mi.

-Soy experto en artes marciales, cuidado conmigo.-

Me ha tocado a un chico duro, pero no permitiré que me gane, me levanté con esfuerzo y lo empujé, se dio con un mueble en la cabeza, yo estaba esperando a que le saliera sangre o algo pero nada, ¿este chaval es de piedra o qué? Vino corriendo hacia mí y yo estaba distraído, me empujó contra una estantería lleva de libros, objetos de cristal y espadas, todo eso cayó sobre mí.

Narrado por Dani

Lo empujé con todas mis fuerzas, no dejaré que a Inés o a María les pase algo más. Cayó una estantería entera sobre él. Asustado me acerqué y comencé a quitar las cosas de encima suya con cuidado. Me sorprendí, tenía una espada pequeña clavado en pleno pecho, eso significa que está... Que está muerto, muerto por mi culpa. Una parte de mí se sentía culpable, y la otra, la gran mayoría no se arrepentía en absoluto. Cogí a María que estaba durmiendo, me duele muchísimo el brazo tras el empujón que me pegó y a parte de darme en la cabeza, me clavé un puñal en el brazo pero no me preocupo, ahora lo que me importa es María. La cogí entre mis brazos y salí de aquel lugar dirigiéndome hacia donde estaban Inés y Carlos.

-¿Qué ha pasado?- Dijo Inés preocupada al verme con María- ¿Qué le pasa ha María? ¿Y por qué te estás desangrando por el brazo?.-

Dejé a María en el suelo.

-Antonio ha... Ha muerto- Dije cabizbajo.-

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